Ciudad de México, 30 de noviembre de 2024
Miles de personas llenaron las calles de la Ciudad de México para rendir homenaje a Silvia Pinal, la última gran diva de la Época de Oro del cine mexicano. La actriz falleció a los 93 años tras varios días hospitalizada, dejando un legado inigualable en el cine, el teatro y la televisión de México.
Homenaje en Bellas Artes
El Palacio de Bellas Artes, símbolo de la cultura mexicana, se convirtió en el escenario de un emotivo homenaje a la actriz. Amigos, familiares y admiradores se dieron cita para recordar su vida y su vasta trayectoria artística.
Entre los asistentes al homenaje destacaron sus hijas Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán, así como sus nietas Michelle Salas y Stephanie Salas. Cada una de ellas dedicó palabras conmovedoras para celebrar la vida de Silvia Pinal.
“Hoy despedimos a una mujer que marcó la historia del arte en México. Su legado vivirá por siempre en cada escena y en cada corazón”, expresó Sylvia Pasquel, visiblemente conmovida.
Un Recorrido Cargado de Historia
El cortejo fúnebre partió desde el sur de la ciudad en una carroza clásica negra, recorriendo calles emblemáticas como San Jerónimo, Avenida Universidad y Eje Central. A lo largo del trayecto, millas de admiradores con globos blancos, girasoles y rehiletes –símbolos representativos para la actriz– se congregaron para despedirla entre aplausos y lágrimas.
Motociclistas y elementos de seguridad acompañaron el recorrido, mientras que los medios de comunicación capturaban cada momento de esta despedida histórica.
Tributo Final en Bellas Artes
El destino final del recorrido fue el Palacio de Bellas Artes, donde decenas de personas se habían congregado desde temprano para dar el último adiós a la actriz. En el recinto, conocido por su papel central en la historia cultural de México, se llevó a cabo un tributo póstumo que cerró una trayectoria única en la industria del entretenimiento.
Durante el homenaje, se recordaron los momentos más icónicos de su carrera, como sus actuaciones en las películas "Viridiana" y "El ángel exterminador", obras que consolidaron su prestigio internacional y la convirtieron en un ícono del cine.
Una admiradora resumió el sentir colectivo al expresar: “El arte mexicano está de luto, pero su obra seguirá iluminando nuestras vidas”.
Un legado ineludible
Con su partida, Silvia Pinal marca el cierre de una era dorada en el cine mexicano. Sin embargo, su influencia artística y su ejemplo como figura emblemática del arte nacional vivirán en las generaciones futuras.
Su legado no solo está en las películas y programas que protagonizó, sino también en el corazón de millones que la considerarán un símbolo de talento, pasión y elegancia. Hoy, México despide a su gran diva, pero su luz seguirá brillando eternamente.
Por Salvador Sánchez
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