La Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), manifiesta su total rechazo a las obras de pavimentación de un camino que une la Agencia Monte Albán con la carretera de acceso a la Zona Arqueológica de Monte Albán, las cuales fueron realizadas sin el diagnóstico, autorización y supervisión del INAH, como lo establece la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Estas obras, que inician en el kilómetro 3.9 dentro de la poligonal de Monte Albán, son un factor de urbanización no planificada y propician el establecimiento de asentamientos irregulares y usos de suelo no compatibles con la conservación del sitio; y por tanto ponen en riesgo la inscripción del Centro Histórico de Oaxaca y de Monte Albán en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la cual fue otorgada en 1987 por sus valores universales excepcionales.
De acuerdo a la legislación mexicana, toda intervención en un lugar con valor excepcional, como lo es la Zona Arqueológica de Monte Albán, y sus alrededores, debe definir las prioridades a atender antes y durante los trabajos, para identificar las necesidades y determinar las competencias y responsabilidades de todos los actores que intervendrán en ella. Solo de esta manera es posible lograr modelos integrados de gestión y conservación, buenas prácticas, la protección de los bienes con valor universal y su monitoreo.
La inscripción de la Zona Arqueológica de Monte Albán y del Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca de Juárez en la Lista de Patrimonio Mundial, en 1987, otorga un reconocimiento internacional, al tiempo que compromete a nuestro país a asegurar que los bienes inscritos tengan la debida protección jurídica y un sistema de gestión idóneo en el ámbito local, regional y nacional, así como un plan de conservación.
En el mismo tenor, la Declaración de Budapest de 2002, a la cual nuestro país está adherido, promueve el establecimiento de medidas y procedimientos para la documentación de los procesos y del cumplimiento de los estándares establecidos por la Unesco y por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios.
Por todo lo anterior, la Secretaría de Cultura federal y el INAH exhortan a los distintos órdenes de gobierno a dialogar y encontrar soluciones conjuntas y planificadas que concilien una vocación turística benéfica, el respeto a los valores culturales e históricos de la entidad y el desarrollo sensato y sostenible para todos.
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