Uso excesivo de fuerza de la GN contra alumnos de la UG. Violaciones graves de derechos humanos a la vida
Fueron ocho meses de espera de parte de la sociedad guanajuatense encabezada, por la comunidad de la Universidad de Guanajuato (UG) y las autoridades, estatal y municipal de Irapuato, para saber la decisión de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), respecto del asesinato del estudiante, Ángel Yael Ignacio Rangel, el pasado 27 de abril en manos de un elemento de la Guardia Nacional y lesiones a su compañera Alejandra “N”, hechos producidos en la comunidad de Chuchicuato de La Fresera.
Del caso, en el primer comunicado de la Guardia Nacional, se desveló lo que a la postre se validó. Decía: “Luego uno de los elementos de la Guardia Nacional descendió del vehículo en el que se transportaba y de forma unilateral disparó contra las camionetas que se retiraban del lugar, resultando una persona fallecida y otra lesionada”.
La CNDH, acreditó el “uso excesivo de la fuerza” de elementos de la Guardia Nacional al acometer en contra de tres estudiantes de la UG, victimando a Yael Ignacio Rangel; debido a ello emitió una “recomendación” para la autoridad federal, a la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) Rosa Icela Rodríguez por “violaciones graves a los Derechos Humanos a la vida en agravio de una persona estudiante de la Universidad de Guanajuato, y a la integridad personal y seguridad jurídica de otras tres…” reitera, uso excesivo de la fuerza.
Quizá lo que llama la atención con el comunicado de la CNDH no sea la confirmación de los excesos de la GN ni que habría recomendación para la instancia federal, sino los ocho meses que se “tomaron” para la emisión de fallos y acciones a tomar, cuando los hechos se conocían debido a las investigaciones realizadas, cuyos resultados se estuvieron entregando. Las diversas manifestaciones de parte los estudiantes y la autoridad de la Universidad Guanajuato y de varios sectores sociales, tenían una base: el asesinato a mansalva de Ángel Yael y las heridas de gravedad provocadas a Alejandra N de parte del personal de la GN.
Se percibió que la Federación no tenía el interés de informar sobre los hechos durante las semanas que se exigía justicia y esperó hasta este fin de año, en los días de fiestas decembrinas para desvelar un tema sensible al pueblo de Guanajuato, con los estudiantes de vacaciones. Los días aciagos provocados por las agresiones a los tres estudiantes de la División de Ciencias de la Vida del campus Irapuato-Salamanca, con sede en el Copal en el municipio de Irapuato, la secretaría, Rosa Icela, ni siquiera se preocupó por dejar el lugar junto al presidente López Obrador para encargarse del asunto.
Incluso, se concibió entre los irapuatenses que hubo muchos ataques contra su autoridad municipal, se sentía mucha tensión, produciendo la sospecha que los aliados del gobierno federal, trataban de evitar que el asesinato del universitario Ángel Yael en manos de un elemento de la Guardia Nacional, se obnubilara con otros asuntos incluidos políticos.
El 28 de abril el gobernador del estado, Diego Sinhue Rodríguez, amén de condenar los hechos, acusó un uso desproporcionado de la fuerza de parte del elemento de la GN, puntualizando que giró instrucciones para apoyar a los familiares de las víctimas y mantener un diálogo con las instituciones responsables. El rector general de la UG, Luis Felipe Guerrero Agripino, también lamentó y condenó los hechos, señalando que se reunió con familiares de las víctimas y la comunidad estudiantil de la sede El Copal. Los estudiantes llegaron a su sede vestidos de color blanco, la manifestación inicial que luego trascendió a otros espacios.
El reporte del 27 de abril. El asesinato del estudiante de Agronomía de la Universidad de Guanajuato en el municipio de Irapuato; un elemento de la GN es señalado como presunto responsable. La agresión ocurrió después de las 16:00 horas cuando los estudiantes circulaban por un camino de terracería en la Comunidad de Cuchicuato, colindante a un salón de fiestas, en donde elementos de la Guardia Nacional atacaron a balazos a tres estudiantes de la Unidad Ciencias de la Vida de la UG.
Por lo pronto la CNDH que preside, María del Rosario Piedra Ibarra ya sacó al baile a Rosa Icela Rodríguez, con la recomendación porque la corporación estrella de la 4T propiamente puso en peligro la vida de los estudiantes asesinando a uno y provocando lesiones graves a otro. También hubo responsabilidad institucional pues se evidenció la falta de preparación en cuanto a los protocolos de uso de la fuerza y de las armas de fuego, así como en materia de “rendición de cuentas, lo que es totalmente imputable y reprochable a esa institución”.
Topografía.
Planimetría. La nueva circunstancia.
Desde Europa, los hombres de ciencia creen que la pandemia ha terminado y que la COVID-19 ya es endémica. Que es necesario atender de otra forma su presencia en nuestra sociedad y preparar el futuro.
En México, especialistas de la salud consideran que el Estado Mexicano no ha puesto de sí para atender los daños permanentes dejados por la enfermedad en miles y miles de personas, ni ha estudiado los efectos en lo psicológico y fisiológico. No sólo es el llamado COVID largo, también esta la salud mental afectada. Se vive con ansiedad y malestar permanente en una buena parte de la población.
Lamentablemente ha coincidido esta circunstancia con un gobierno federal cuya cabeza poco o nada sabe de ciencia y prefiera decidir con base a sus atavismos. En este camino, la promesa de una salud pública de calidad ha quedado en eso, promesa y al aire.
La última, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, refiere que será hasta 2024 cuando se tenga plenitud de medicamentos. Y al igual que con las vacunas, asegura que hasta ya están pagadas en su totalidad, aunque no se vean como sucedió con las dosis que debieron seguir combatiendo la COVID-19. Sin esos millones de vacunas que jamas se supo dónde quedaron, ahora se busca imponer la vacunación con medicamento enviado desde CUBA sin las calificaciones internacionales a la sustancia.
Malos tiempos para la salud de todos.
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