La UG tocó fondo; requiere elección democrática de Rector General
La Administración General de ocho años de manera consecutiva de la Universidad de Guanajuato (UG), con la pretensión de “consolidar” un grupo de poder y control, apartaron a la máxima casa de estudios de la entidad del quehacer universitario que, ante las condiciones de crisis, sanitaria y económica, está tocado fondo y requiere, además de un académico experimentado, de un conocer del sistema departamental que la comunidad universitaria guanajuatense eligió para su desarrollo.
El cambio radical que requiere la UG pende de la necesidad de superar las condiciones impuestas por el Rector General, Luis Felipe Guerrero Agripino, quien a toda costa quiere imponer al sucesor o sucesora, a fin de seguir interviniendo en las decisiones de los órganos de gobierno, por cierto, desde la oficina que mandó a construir con cantera y muebles de roble, a unos 50 metros de la oficina de Rectoría General que piensa ocupar como Jefe del área especial de investigaciones jurídico penales.
El proceso de revocación del Rector General de la UG deberá hacerse de cara a la sociedad, amén de que se respeten, la Ley Orgánica como las diversas instancias, desde las áreas que representan la cimiente de la estructura sin soslayar la participación de áreas culturales y artísticas.
Este viernes 26 de mayo 2023, cuando se lleven a cabos las sesiones del Consejo General Universitario, es especial el tercero, para resolver la integración de la Comisión Especial que se encargará del proceso de selección (o designación) de la nueva Rectora o Rector General de la Universidad de Guanajuato para que cubra el periodo 2023-2027, sea de puerta abierta; pues es una “costumbre” que todas las sesiones del consejo se hagan a puerta cerrada y sin la difusión, faltando al principio de transparencia; hoy deberá de publicitarse por los medios digitales.
El rector Luis Felipe sabe que es obligación de cualquier ente público, realizar sus eventos a puerta abierta. Sobre el tenor conoce porque está en su norma para las Sesiones Públicas. La transparencia en el actuar de los órganos colegiados y la máxima publicidad en la información que se genera son principios que norman a la Universidad, por lo que todas las sesiones serán públicas, salvo aquellas que por la naturaleza del asunto que se trate requieran sesionar con reserva. Las asambleas del CGU, este cierre de semana, representa el inicio de la apertura en la UG o el fin de las imposiciones del rector general que no acepta el adiós.
Se requiere vergüenza.
Alumnos de la comunidad universitaria entregaron un documento a la Rectoría General, donde solicitan “a las autoridades universitarias no realizar ninguna represalia en contra de ninguno de los estudiantes que de manera genuina nos sumamos a la inquietud de muchos sobre el proceso de designación de la persona que ocupará la rectoría de la Universidad de Guanajuato en los próximos 4 años”. La participación que les han negado, aunque la estructura de la UG está hecha para ello.
Además, en su misiva los jóvenes, extienden una invitación a quienes tienen interés en el proceso de su casa de estudios. “Son bienvenidas todas aquellas personas que en el marco de la libertad y el respeto sumen con su voz, con el único propósito de participar en un proceso integrador y transparente siempre guiados por valores universitarios”.
La inquietud de los diversos sectores de la sociedad guanajuatense, ha estado de manifiesto en diversas ocasiones, aunque siempre a distancia por el respeto a sus condiciones e intereses, lo mismo con sus éxitos y sus circunstancias de vida hartos complejos, sobre todo con la caída de su posición en las mediciones con respecto a otras casas de estudios, públicos y privados en las esferas nacionales como de internacionales.
Hace una semana durante el pleno del Congreso Local cuando no había trazas para que iniciara el proceso de renovación porque Luis Felipe tenía calculado que el arranque fuera durante las vacaciones en la UG, se presentó un exhorto a fin de que el Consejo General Universitario y la Junta Directiva (Gran Elector), realizarán un proceso transparente y una evaluación cuidadosa para la selección de nueva rectora o rector.
La autonomía alcanzada por La Colmena Legendaria, ha resultado una especie dique para evitar la fiscalización necesaria sobre la actuación de sus autoridades, al grado de erigirse en la instancia pública intocada por el congreso estatal que se ha limitado de revisar cuentas, números, antes de investigar la realidad universitaria que desde 2019 conoció de la movilización de las mujeres universitarias, estudiantes, profesoras y trabajadores que apelaron a las autoridades por haber sido violentadas.
El gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, el titular de la Fiscalía General del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre y el Rector General, Luis Felipe Guerrero Agripino, conocieron sobre el grave problema, abusos y acosos sexuales que reconocieron las autoridades no se atendieron cuando se declararon y como seguramente les consta, no se resolvieron de fondo, además de que resultó una constante en la casa de estudios de prosapia hasta estos tiempos por desinterés de la Rectoría General.
Sería no sólo el abandono de las responsabilidades de las autoridades correspondientes, desde Paseo de la Presa en Guanajuato capital como de los diputados locales que sesionan en Palacio Legislativo de la loma de Las Enredaderas, además del encargado de procurar la justicia en el estado, titular que conoce la violencia contra las universitarias en sus 4 campus, sus bachilleratos y actuación del Rector General, Luis Felipe ante las circunstancias y conoce de más ataques hasta de mayo 2023.
Si se le permite al Rector General manejar el proceso de sucesión en la Rectoría General, de parte de las autoridades señaladas, sería incluso “pecar” contra los guanajuatenses y sobre todos contra los hijos porque no tendrán la oportunidad de acceder a una casa de estudios diseñada para el desarrollo de las diversas disciplinas con base en la producción científica y tecnológica en un marco de respeto en donde los docentes y las autoridades, no abusen de las alumnas, profesoras y trabajadoras.
Al calce. ¿No hubiera sido mejor que Luis Felipe Guerrero Agripino, en aras de “permitir” un proceso de participación amplia de la comunidad universitaria de la UG, debido a los señalamientos de que tiene delfines, separarse del cargo que dejará en septiembre o de plano dimitir?
Topografía.
Agrimensura. Adán y el agua.
Cuando este viernes llegue a Guanajuato el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, encontrándose con sus seguidores en esa ruta trazada para elevar el conocimiento popular sobre su persona, de cara al proceso de selección del candidato presidencial de Morena para el 2024, también le acompañará el fantasma de una deuda con todos los guanajuatenses: la concreción del plan Agua Sí para Guanajuato, prometido para enfrentar las condiciones de desabasto de agua potable para la población de las ciudades que conforman el Corredor Industrial del Bajío y, primordialmente León, ciudad a la que el gobierno federal despojó del agua del proyecto El Zapotillo, originalmente creado con el objetivo específico de abastecer del vital líquido, proveniente del Río Verde, a la zapatera.
Hasta donde se sabe, no hay nada. Sólo promesas y la justificación de que se realizan amplios estudios, hidrológicos y jurídicos, en alguna oficina -muy escondida- de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) que “pronto” ofrecerán sus buenos resultados, sin saberse cuándo. Y a quien toca capotear en Guanajuato la circunstancia es al irapuatense Miguel Ángel Chico Herrera, comisionado para ello por el tabasqueño Augusto López, que estará hoy acompañando a su jefe en la SEGOB. Se duda que en esta visita haya algún conejo en la chistera.
Podría apoyarles, seguramente, la difusión de un informe de la Comisión Estatal del Agua, que reconoce que no hay un avance sustancial en el estado de Guanajuato en la depuración de las aguas residuales por parte de los organismos operadores del agua, uno de los temas puestos por la Federación a la hora de revisar el tema del agua potable para el estado.
Dicho informe indica que diariamente “se generan un promedio de 688 mil 608 metros cúbicos de aguas residuales domésticas municipales”, pero en las plantas tratadoras de los gobiernos municipales, se procesan 345 mil 427 metros cúbicos, solamente 50.2 por ciento del total. La mitad. Aunque, ya saltó SAPAL para informar que en el caso de León se limpia el 100 por ciento de esas aguas.
El trabajo, entonces, es insuficiente en las 57 plantas de tratamientos de aguas residuales, en cabeceras municipales, de las cuales la CEAG afirma todas operan.
Los datos, seguramente del conocimiento de la CONAGUA y por ende de Miguel Ángel Chico, le servirán para dispersar las responsabilidades a la hora de encarar las salidas a la sed guanajuatense. En un entorno donde el Gobierno de México estaría por socializar un decreto para monopolizar las autorizaciones para ciertas inversiones, en manos del presidente de la República, con base a la existencia de agua en los estados, un instrumento que, se acusa, servirá para tratar de jalar empresas al sur del país.
Adán Augusto llega a Guanajuato en busca de más amigos, a cambio, los guanajuatenses piden su agua.
Comments