Reparar el daño, no exculpa, suspende el proceso penal. Es el pago por la responsabilidad: agraviados de Bárbara Botello
“La honestidad no se compra como en botica”, se intercaló desde las instancias de la procuración de justicia locales, luego de que se diera a conocer la versión de Bárbara Botello Santibáñez, exalcaldesa de León, sobre el acuerdo de reparación al que ha llegado con el municipio para “librar” su vinculación a proceso por el delito de fraude simulado, que buscaba la Fiscalía General del Estado por servicios no devengados de una empresa a la administración leonesa, cuando ella era presidenta municipal y que fueron pagados como si se hubiera cumplido con lo convenido.
La expriista, Botello Santibáñez, a pesar de acordar la reparación del daño, ha señalado no tener responsabilidad sobre lo que se le acusa. Pero en la Contraloría Municipal de León, a cargo de Viridiana Margarita Márquez, se piensa lo contrario. Hace meses, en un primer intento de los abogados de la exalcaldesa por buscar un acuerdo reparatorio, después de que la Fiscalía General del Estado solicitara su vinculación a proceso con prisión preventiva con base en la causa penal 1P2020-2421, por el delito de fraude por simulación en agravio de la administración pública del Municipio de León, le fue negada dicha conciliación por la representación legal del Ayuntamiento.
Sin embargo, con base a otro caso, y solicitando que no hubiese discriminación, la defensa reiteró la solicitud, la cual finalmente fue aceptada, pues, a fin de cuentas, la acción de la reparación solventa la falta, aunque "no exime el delito", sino suspende el proceso penal al conformarse la parte acusadora debido a la restitución de lo perdido.
Tanto para la Fiscalía General, a cargo de Carlos Zamarripa, como para la Contraloría, bajo la nueva modalidad de la justicia reparatoria, se abrevia el procedimiento a fin de reparar el daño, tácitamente es una aceptación de la responsabilidad a cambio de no pisar la cárcel, porque así lo permite la ley, pues lo que el modelo pretende es no abarrotar los penales. En ambas instancias, es contundente la opinión: Bárbara Botello es responsable de lo que se le acusa, y tan lo es, que reparará el daño.
De haber sido inocente, habría buscado la absolución. Lo que busco y logró fue suspender su enjuiciamiento, acepta la responsabilidad y la reparación, pero no fue declarada inocente por un juez; o sea, continúa en la mira de la justicia.
Ahora bien, para la Contraloría Municipal de León, hay más temas que debe encarar Bárbara Botello responsabilidades. En una investigación sobre los llamados “convenios de reciprocidad” ilegales que fueron identificados al iniciar la presente administración municipal, donde se encontró hasta el hurto de dinero que devolvían las empresas a funcionarios municipales al firmar contratos, llamados popularmente moches, se detectó que al menos uno fue elaborado y firmado durante la administración de Bárbara Botello Santibáñez. Y así como en los restantes casos se sabe que estaba enterado de ello el exalcalde Héctor López Santillana, en el correspondiente a la administración 2012-2015, Botello Santibáñez tenía que saber del convenio de reciprocidad, pues era la facultada por el Ayuntamiento para la celebración de convenios.
En su oportunidad, Botello Santibáñez, aceptó que hubo acuerdos con las empresas, aunque deslizó que fue en beneficio de los trabajadores, mismo argumento que después esgrimió su sucesor. En todo caso, el procedimiento era irregular y esa es la cimiente sobre la cual se le investiga por la Contraloría Municipal.
Tanto en la Contraloría municipal como en la Fiscalía local, se asegura que, si se han presentado tantas denuncias en contra de la exalcaldesa, es porque las irregularidades salieron "a flote por ser tantas y hasta burdas", habiendo funcionarios de su administración sancionados e inhabilitados. “Una corrupción que estaba a la vista; era imposible no saber de ella desde el centro del poder municipal”, citan.
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