top of page
5000-1000-M (1).jpg
Foto del escritorLa Noticia al Punto

Rosa de los Vientos del 20 de junio de 2023, por Israel López Chiñas



Conflicto doméstico de morenos que tiende a polarizarse en la búsqueda del candidato similar al presidente López

Toda conflagración tiene sus rudimentos; pero también sus razones o sinrazones. Entre las filas del partido guinda desde algunos meses se han expuesto diferentes opiniones respecto del establecimiento de un Estado Monárquico de parte de la Cuarta Transformación, de quienes el uso de “corcholatas” surgidas de lo que dijo el “dedito” del residente de Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador, pues… no permiten el avance del Movimiento de Regeneración Nacional. En el primer día de promoción de aspirantes de la candidatura presidencial de Morena, apareció el peine; se busca un similar al candidato AMLO.


Los inicios de una posible guerra interna entre los militantes del partido guinda emergió porque andan buscando de entre Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, y amigos que los acompañan, a quien le agrade más al señor presidente para poder sucederlo. Una condición que conlleva un doble error: que los morenos aceptaran estoicamente lo que suelte el Jefe político, Guía y Declarante; y segundo, que la definición de las elecciones del 2024 se consumó.


La materialización de enfrentamientos entre los cabecillas y sus grupos se podrán conocer a todo color en las entidades del país, en particular en las nueve en donde habrá la renovación de las gubernaturas, caso Guanajuato, porque en esta entidad gobierna el conservador PAN, en donde Morena, pretende la alternancia en el Poder estatal, además de terminar con la "maldición" que es un territorio que se ha erigido como el Waterloo para Andrés López Obrador, no ganan una ni por default.



Marcelo Ebrard, el ex canciller mexicano, un conocedor del “Peje” López Obrador, le tocó sus fibras sensibles, dejándole una “tentación” de que se cree una Secretaría de la Cuarta Transformación y colocar al frente a Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente, una propuesta para fondear, debido al intento de garantizar la perpetuación y cumplimiento de los ideales del proyecto nacional a futuro del macuspano en el poder; una especie de “garantía” de la institucionalización de una movilización.



Entonces en la carrera por la candidatura presidencial del partido guinda, serán determinantes las propuestas que ofrezcan al presidente, López, la continuidad de un proyecto con la garantía de engrandecerlo e inmortalizarlo con sus obras, y se inscriba en la historia de México, la Cuarta Transformación, aunque sea el asunto pendiente de ser juzgado.


Las ideas que le estén acercando a AMLO marcarán el paso del proceso de selección del “similar” como la polarización entre aspirantes durante la lucha, en 72 días, habrá tiempo para que los 4 puedan conflictuarse.


Durante la “fiesta morenista”, el suspirante “marca patito” (PT), Gerardo Fernández Noroña, está colocado en la triste condición del inconsciente colectivo, tratando de desvelar las irregularidades de un proceso que en esencia o de acuerdo a la norma mexicana es ilegal, una campaña adelantada en donde el propio Noroña está inmerso pero que con antiojeras busca decretar lo correcto, y que, lo incorrecto, es que Claudia reciba el bastón de mando por mujeres de pueblos originarios o que Monreal visitó la Basílica de Guadalupe. Noroña está en la coerción del ridículo.



Quizá quienes puedan acercarle más elementos para esa lucha interna sean los opositores cuando consigan “despertar” no solo con apoyos o rechazos, sino también con movilizaciones que sirvan para exhibir las “improbabilidades” del proyecto de la Cuarta Transformación, sin olvidar el uso de las fuerzas armadas y la militarización del territorio nacional, sin los resultados calculados ni tampoco la entrega de la Paz Social que AMLO, prometió al pueblo de México como el candidato y el gobernante.


Quizá la observación en el escenario de la competencia es que la lucha interna entre los morenistas, sea entregable al proyecto de AMLO, y no respecto de las respuestas a los problemas nacionales, viejos y nuevos; resulta sin sentido que Sheinbaum, Ebrard, Adán Augusto y Monreal, no sean capaces de percibir los niveles de la violencia como de impunidad, los referentes de la inseguridad nacional y prefieran salir por la tangente.



Para la “guerra civil” que empieza emerger desde el partido en el poder, un estudio socializado por AC Consultores, les serviría a los suspirantes para un “diagnóstico apretado”; de las datos del análisis, sobresale: “Las garras de los grupos criminales se han hecho presentes en el país (México) por medio de ejecuciones, masacres, narcomantas, extorsiones, secuestros, videos amenazantes e, incluso, asesinatos de policías, políticos y funcionarios. Estos hechos han sido detectados en mil 488 de los 2 mil 471 municipios que se tienen en el país”.


Esto porque en “81% del territorio nacional” es notoria la presencia del crimen organizado a lo largo de 1.96 millones de kilómetros cuadrados, donde “108 millones de mexicanos vive en riesgo potencial”. También muestra que las organizaciones delictivas con mayor presencia, son: el CJNG y el CS; el primero opera en 28 estados; y el segundo, en 24.


La entrega comenta que tras una investigación de más de seis meses, que incluye datos del gobierno federal, las fiscalías estatales, así como la consulta de fuentes abiertas y la revisión exhaustiva de documentos hackeados a la SEDENA por el colectivo Guacamaya, la empresa AC Consultores, ofrece estudios que es menester que conozca la autoridad. En especial quienes suspiran gobernar y ofrecer seguridad a la nación.



Topografía.

Planimetría. Bucareli no es para cualquiera


Cuando llegó a la Secretaría de Gobernación, la mayoría en la clase política y analistas le consideró con poca experiencia; los años vividos y los puestos ocupados habían sido insuficientes para tener el temple que se requería para llevar en sus manos los hilos para conducir la política interna nacional, las relaciones del Gobierno Federal con los estados y afrontar la supervisión de la seguridad del interior. Pero, era la decisión del presidente de México que buscaba un cambio generacional y apertura lejos de los formalismos del viejo sistema político. Al final, sólo duró un año en el cargo. Esteban Moctezuma Barragán, a sus cuarenta años, fue el primer secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo Ponce de León y le tocó encarar la guerrilla en Chiapas, la crisis económica que devaluó el peso y la reformulación del IFE, amén de otros problemas nacionales; era titular de la segunda cartera más importante del gobierno de la república, sólo detrás del presidente, y al año abandonó, en 1995, enfermo, sin haber tenido jamás los hilos del poder.



Ayer por la mañana, Luisa María Alcalde Luján, secretaria del Trabajo, su única experiencia administrativa de polendas, pero una de las “hijas” políticas del presidente, Andrés Manuel López Obrador, a sus 35 años, cinco menos que la edad que tenía Moctezuma cuando le tocó atender la política del interior desde Palacio de Covían, fue nombrada y aceptó el cargo para ser a partir de mañana la nueva titular de la Secretaría de Gobernación, a un año y tres meses de que acabe la gestión de AMLO y encare la responsabilidad de cuidar la paz social y política en el periodo donde el pueblo de México elegirá a su nuevo gobierno: Presidente de la República y Congreso de la Unión.



La pregunta en el aire es ¿para qué quiere López Obrador a Luisa María Alcalde en Bucareli? La lideresa juvenil de Morena que apenas hace una década comenzó a caminar en la real política tras fundarse el movimiento. Una cosa es la experiencia personal y familiar (hija de la lideresa morenista Bertha Luján y del abogado laborista Arturo Alcalde) en materia del Trabajo y Previsión Social que le permitió sortear algunas cuestas en ese rubro en el orden nacional, pero dejando muchos pendientes en torno al T-MEC, y otra ser puente entre la Federación y los estados, sobre todo donde gobierna la oposición, así como con partidos políticos y sociedad civil, todo en el orden político.


Y sí, puede decir en todo al presidente López Obrador que sí, obedeciendo instrucciones, pero otra será ser parte de negociaciones y lograr el cumplimiento de lo ordenado desde Palacio Nacional, hasta con los gobernadores morenistas, que atenderán de cara al 2024 sus intereses locales antes que la “pureza” de la 4T dictada desde el centro, lejos de las provincias.


Todo apunta a que será la vieja historia de lobos y corderos, por más capaz que pueda considerarse a la jovencita titular del “Ministerio del Interior”, pues además de la inteligencia; se necesita de la experiencia, malicia, amigos, aliados, fuerza y hasta algo de desalmado. La senadora y exministra Olga Sánchez Cordero, podría dar más referencias, hasta sin entrar en el tema de que, en el cuarto de la seguridad nacional, en SEDENA y Marina ni siquiera le tuvieron respeto, a decir suyo, para empezar… por ser mujer.



Por un tiempo considerada la sucesora de Claudia Sheinbaum para la Ciudad de México a partir de 2024, su figura se diluyó ante otros personajes del morenismo y la complejidad de un espectro político en la capital del país donde Morena ya va en ruta de descenso tras casi 30 años de gobiernos de izquierda consecutivos, misma clase diferente partido, aunque se hagan que no fueron perredistas. Tal vez ahí esté la clave de lo que le tocará hacer en Gobernación, el barniz para algo más.


Por ahora, una de las tareas incumplidas de la nueva secretaria de Gobernación: no fue capaz de instalar en la ciudad de León (al parecer no quiso llegar a vivir a la Zapatera) la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en esa descentralización prometida por López Obrador. Gesto que generó temor entre muchos empresarios locales, de que ahora sí, estando Luisa María en Guanajuato con la dependencia, se les obligara a respetar la Ley Federal del Trabajo, pues la entidad es uno de los territorios donde más se lastima a los trabajadores. Sólo fue un susto.


Agenda. Ya viene en camino la revisión judicial a la segunda parte del Plan B electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador. El ministro Javier Laynez Potisek, ha proyectado no avalar la reforma porque, otera vez, se estima que el Congreso de la Unión incurrió en violaciones graves al procedimiento legislativo.


La Suprema Corte de Justicia de la Nación, podría ser así, daría golpe directo a toda la reforma y no a sus partes, como lo hizo con lo tocante a Comunicación Social y lo administrativo antes. Quedando las cosas como estaban antes.


Si fuera así, Hasta la reforma electoral de Guanajuato quedaría fuera de armonización con la legislación nacional.


Y, el tema, será uno de los primeros, candentes, que le tocará lidiar a la flamante ministra del interior de México. ¿Apostaría Usted porque ella haga lo que Adán no pudo?


Comments


bottom of page