AMLO se adelanta a la cuestión “narcotraficantes” vs “narcoterroristas. Ebrard no es postura de la Casa Blanca
¿Y dónde estaba el actor principal de la obra, Marcello “Mastroianni” Ebrard Casaubón a fin de evitar que su presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cayera en la tentación de amenazar a los legisladores estadounidenses que han propuesto que las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos puedan perseguir a los nueve cárteles que ingresan fentalino y sus derivados a la Unión Americana, luego de cosificarlos como “terroristas”? A los legisladores, AMLO les señaló ayer que si no cambian de actitud y piensan que van a usar a México para intentos propagandísticos, electoreros, politiqueros, “nosotros vamos a llamar a que no voten por el partido (Republicano) por intervencionista, inhumano, hipócrita y corrupto”. Retahíla nimia porque no hay conflicto.
En cuanto tomó la palabra el canciller mexicano, Ebrard, sobrevino la santa calma porque descartó que exista tensión entre los gobiernos de México y Estado Unidos en la colaboración en seguridad, dijo, y por el contrario “hay entendimiento mutuo y avanza con trabajo en la materia”. La declaración ofrecida por el secretario de Relaciones Exteriores de México emergió en un encuentro realizado en Palacio Nacional entre funcionarios de los dos países que encabezaron AMLO y la asesora de la Casa Blanca en Seguridad Nacional, Elizabeth Sherwood-Randall.
Solamente le faltó a la intervención del suspirante presidencial por el partido rojo marrón, la clásica: “¿Por qué tantos saltos estando el suelo parejo?”. Varias horas antes, el presidente, López Obrador, durante su mañanera, se podría decir, “se fajó públicamente frente a los gringos”, que quieren usar las tropas norteamericanas para afrontar a los narcos, quienes, serán “narcotraficantes” nomás y no “narcoterroristas” con lo cual quedan fuera de la vistas de las Fuerzas Armadas de aquel país.
El represente del Poder Ejecutivo federal y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México, reiteró que no permitirá la intervención de los militares extranjeros en nuestros territorio como una respuesta compensatoria a la insistencia de los legisladores republicanos gringos.
La base: congresistas republicanos empujaron, el pasado miércoles, un proyecto de ley para designar a los carteles como grupos "terroristas", amén de que varios senadores llevan días requiriendo a su gobierno le permita al Ejército de Estados Unidos, los combata dondequiera que los encuentre. Se adelantó que otros republicanos, Lindsey Graham y John Neely Kennedy, presentarán otro proyecto de ley "en los próximos días" para investir a esos grupos como organizaciones terroristas extranjeras.
En la reunión de la tarde entre funcionarios de los gobiernos de los dos países, el presidente, López Obrador contra el despliegue de las fuerzas armadas de aquel su país a México para combatir a los cárteles, advirtió que no se permitirá el injerencismo; se entiende el interés del presidente por defender la soberanía nacional, pero no se puede soslayar que ayer le aplicó el “tufo bolivariano” a fin de agregarle espectacularidad al asunto pues la autoridad del país del norte más bien analiza otra salida.
El secretario Marcelo Ebrard Casaubón, en la sesión vespertina con los funcionarios de los USA, comentó que la solicitud de los senadores del Partido Republicano debiera revisarse aún, puesto que “no representa la posición de la Casa Blanca”. Y le “mató el pollo jolín” a quienes se les subió la bilirrubina ante la posibilidad de encontrase en una guerrita de discursos, incluido el presidente del Gabinete Legal al que él pertenece.
De la reunión de colaboración en seguridad, como es común, el mandatario Andrés Manuel, informó a través de Twitter que se trató de una “buena reunión” en la que se habló del fentanilo y sus derivados, de tráfico de armas y “de la decisión del presidente Joe Biden de respetar nuestra soberanía”. No hubo espacio para socializar otros comentarios.
Se agregó, México presentó avances en las incautaciones de fentanilo, que suman casi seis toneladas, que “si no se hubiesen hecho, esas pastillas estarían hoy o habrían causado, no digo cientos, miles de muertes en Estados Unidos. Entonces, no existe tal tensión con Estados Unidos”, atestiguó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En el caso de que Estados Unidos declare al narco como "terroristas", tropas estadunidenses podrían perseguir "donde sea" a los criminales; el uso de fuerzas armadas contra los carteles que trafican con fentanilo, como exponen congresistas republicanos, podría tener "consecuencias" para la cooperación con México, dijo Melissa G. Dalton, subsecretaria de Defensa para la Defensa Nacional y Asuntos Hemisféricos, quien de paso pronunció su “preocupación” si esta iniciativa la sacaran adelante.
Al calce. Aunque la Casa Blanca, si dejó en claro su postura respecto del ataque contra los cuatro ciudadanos norteamericanos secuestrados en Matamoros, Tamaulipas, Karine Jean-Pierre, encargada de prensa, comentó que cualquier ataque contra ciudadanos de Estados Unidos, bajo cualquier circunstancia, es inaceptable. La secretaria, adicionó: la administración Biden está comprometida con “desbaratar las organizaciones criminales transnacionales, incluidos los cárteles mexicanos de la droga y traficantes de personas”.
Topografía.
Planimetría. Legislar a la moda.
Imbuidos por el espíritu del 8M, a lo largo y ancho del país en diferentes cuerpos legislativos se han presentado y aprobado propuestas de todo tipo que buscan incidir en la realidad de las mujeres mexicanas; una inmensa mayoría de las reformas legales, lamentablemente, hechas al vapor y sin el rigor de armonización que se necesita en el sistema jurídico mexicano.
En este tenor, el Congreso del Estado de Guanajuato no se salvó estos días. Las propuestas llovieron, como la de Alma Alcaraz, diputada de Morena, quien pide “echar” de sus hogares a quienes sean acusados de violencia familiar, dejando a las mujeres en posesión del bien inmueble, propuesta que sin finuras está en franco choque con los derechos de propiedad consagrados constitucionalmente.
O la insistencia de la llamada bancada feminista, conformada por Dessire Ángel, de Movimiento Ciudadano; Yulma Rocha, del PRI; y Martha Ortega, del Partido Verde en una propuesta tres de tres, donde pretenden impedir que alguien acusado, en juicio o sentenciado por violencia de género no sea registrado como candidato a un puesto de elección popular, también en sentido contrario a los principios constitucionales y criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la presunción de inocencia, contra la discriminación y la anulación de la figura “modo honesto de vivir” por vaga.
Por eso, llamó la atención la propuesta del grupo de mujeres de la bancada del PAN, que presentó ayer, por conducto de la diputada Katya Soto Escamilla, una iniciativa para “precisar” y agregar conductas de lo que puede constituir la violencia política por razón de género. Tema espinoso que está siendo explotado hasta la saciedad en demandas por parte de las diversas personalidades políticas "ante las críticas a su desempeño", como modo de censura a la interpelación.
Ya con algunas deficiencias detectadas entre algunos de los lectores de la iniciativa albiazul y hasta “caballos de Troya” con huella de la bancada feminista, que deberán ser atendidas en las consultas públicas, mesas de trabajo y los foros de análisis que se impongan, los panistas se atrevieron a poner en la mesa de debate un tema que será pieza central en el próximo proceso electoral y parte constante en la vida de los poderes. Lo demás, por su deficiencia y reiteración, es una moda. Aprovecharon la fecha para decir, aquí estamos.
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