Jaque al Rey: Morena agota su arsenal político en pos de consolidar el 2024
El viejo líder estudiantil del 68, Pablo Gómez, responsable de la Unidad de Investigación Financiera (UIF) del gobierno de la Cuarta Transformación ha tenido dos semanas en los titulares de los principales portales informativos de este país; la pasada por una nimiedad, se le vio comiendo en la Ciudad de México en el lujoso restaurante de comida china Huhan “disfrutando ayer de un patito laqueado y un buen vinito”, mismo sitio donde se vio comiendo a Emilio Lozoya cenando y violando su libertad condicional. Un lujo nada austero en la República, dicen sus malquerientes.
La respuesta vino ayer. En la rueda de prensa de “La Mañanera” del presidente Andrés Manuel López Obrador, obviamente bajo su conocimiento y autorización, Pablo Gómez, quebró la vitrina que sólo iba a romperse en caso de emergencias: anunció, urbi et orbi, que su oficina había presentado ante la Fiscalía General de la República (FGR) una denuncia contra el expresidente Enrique Peña Nieto por posibles operaciones con recursos de procedencia ilícita.
El viejo zorro abundó: “Se detectó un esquema en donde (sic) un expresidente de la República obtuvo beneficios económicos, en este esquema, el exmandatario, por medio de transferencias internacionales recibió 26 millones 001 mil 429 pesos”. El dinero se lo habría enviado una consanguínea directa luego de que terminó su mandato.
Hasta ahí es la acusación directa de Pablo Gómez. Sin embargo, cuando refirió que el presidente está ligado a dos empresas (A y B) que fueron proveedores del gobierno federal en el sexenio 2012-2018 y presentan irregularidades en sus manejos contables, se dejó el espadín clavado, pues son operaciones por varios miles de millones de pesos. Como dice el presidente López Obrador, la tiznada deja la mancha.
Durante los primeros cuatro años del sexenio, el residente de Palacio Nacional ha sido muy cuidadoso de no lastimar al expresidente Peña Nieto, de quien recibió la banda presidencial en 2018 “de forma democrática”, lo que le reconoce.
Sin embargo, EPN, en el imaginario colectivo de la izquierda es una muy apetecible pieza de caza, por la significancia que tendría para el discurso anticorrupción tener a un presidente tras las rejas. Tabú que hasta ahora no parece aún dispuesto a romper el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque lo roto, roto quedará. Pero traerlo en juzgados puede aparejar beneficios electorales. Morena, aunque adelante en la preferencia hacia 2024, aún no ha amarrado la victoria.
Ante el riesgo de perder el poder en las próximas presidenciales frente a la alianza opositora, así sea mínimo, la duda presidencial de entregar lo conquistado ha llevado a lo que no sucedía desde los años anteriores al movimiento del 68, que el gobierno actúe con tanta saña contra los políticos y partidos de oposición. Este año la víctima propicia es el PRI, a quien se quiere aniquilar de una vez por todas, usando las debilidades de sus dirigentes, y por lo que parece, su pasado inmediato en el poder.
Hay para elegir, hay muchos liderazgos priistas cuestionados que no han sido tocados del todo por la 4T, debido a que no le representan mayores problemas o se les tiene jaqueados, como sucede con Miguel Ángel Osorio Chong y sus nexos chinos, o en el caso de Guanajuato, donde solo se dejó el fantasma de la sospecha por las transacciones de Francisco Arroyo Vieyra, uno de los artífices del desafuero de AMLO, en Andorra. Los que no se arredran, son presas de caza.
El líder tricolor, negado a la reforma eléctrica presidencial y a ceder la joya de la corona, EdoMex, Alejandro Moreno “Alito”, ha sido exhibido hasta la ignominia, sin importar sus derechos humanos. Sea responsable o no de lo que se le acusa, no debería vulnerarse sus derechos constitucionales desde el Estado.
Ahora se deja ir el aparato mediático al expresidente Peña Nieto, quien esta vez ha salido a responder que sus operaciones financieras son legales y que se defenderá en los tribunales. El consejo va por delante.
En el trasfondo de todo esto es que ni en Coahuila ni en Estado de México, sobre todo en esta entidad, Morena tiene los números de la victoria. Los necesita como cabeza de playa para el 2024. De ganar el PRI, sería su posible resurrección.
Queda, eso sí, el uso faccioso de las instituciones para fines políticos. Cuando la aplicación de la ley debiera ser pareja y sin negociaciones. Ricardo Monreal, aspirante presidencial de Morena, por cierto, ya pintó su raya. Establece la presunción de inocencia de Peña Nieto para empezar.
Topografía.
Altimetría. La pobreza crece sin respuesta.
De entre todos los problemas, viejos y nuevos como la Pandemia del COVID-19 que no cede y continúa amenazando la salud y la vida de los guanajuatenses, la inseguridad e impunidad que crecen de forma desmedida donde el estado de Guanajuato está en el primer casillero nacional, y las resistencias municipales por atemperar el deterioro de las familias en la crisis económica, emergió el otro rostro de nuestra realidad local, la pobreza que va creciendo de forma sigilosa y efectiva.
La referencia significativa “en torno al cual giran las verdaderas” en la entidad, el municipio “más rico” con más posibilidades de superar sus adversidades, León, deberá resolver el problema de pobreza de más de 800 mil personas en situación de pobreza con un 30 por ciento de ellas en la triste condición de “carencia alimentaria”. La herencia que el exalcalde, Héctor López Santillana, entregó en octubre del 2021 a la alcaldesa, Alejandra Gutiérrez, que resultó la “herencia maldita”.
Sin embargo, León es uno de los 46 casos en el estado donde un par de programas ya avanzan, similar en otros municipios como Irapuato y Guanajuato Capital; aunque existen municipalidades donde la cuestión pobreza “no está en el radar” de los Ayuntamientos para ocuparse de ella. Lo que convierte el asunto en un tema obnubilado por problemas sociales como la inseguridad, la salud y los precios altos que vendrán con la inflación que está tocando los 8 puntos, el doble de lo esperado.
Las becas federales con dinero contante y sonante, y la tarjeta albiazul local para descuentos en compras y el programa social “Guanajuato. Contigo Sí”, más la serie de proyecto municipales para atender los pobres, no serán suficientes por una sencilla razón: están dispersos y no tienen una metodología que los conjunten pues algunos fueron creados para el orden político-electoral, además porque la Federación y estado, no atienen los factores que producen los Centros de Población de pobres.
No habrá soluciones posibles ni mucho menos mágicas cuando surjan los problemas inherentes a las condiciones de pobreza porque son de tipo estructural y requieren de tiempo para que maduren y ofrezcan las salidas. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, y los gobiernos de las entidades federativas en este caso el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez con los gobiernos municipales, tendrán que trazar el futuro, del país y de Guanajuato con respuestas concretas de servicios en los centros de población “depauperados”, empleos y atenciones diversas.
Las alcaldesas de León e Irapuato, Alejandra Gutiérrez y Lorena Alfaro respectivamente, en los 2 municipios más importantes de Guanajuato, están entregando apoyos por medio de los comedores y las cocinas comunitarias, incluso orientando a grupos de población para hallar las mejores condiciones en la consecución de los artículos de la canasta básica y el resto de primera necesidad: por esfuerzo no queda, sólo se esperan esos proyectos de nación y entidad que abarque la pobreza.
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