El enfado presidencial y el obispo celayense
Este lunes, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, enfadado por la oposición que ha tenido su intento de “legalizar” lo que de facto es, que la SEDENA tenga bajo su mando y administración a la Guardia Nacional, es decir, pleno control militar sobre la instancia que constitucionalmente debe estar bajo mando civil otra vez mostró en una mañanera que Guanajuato siempre está en su mente.
El residente de Palacio Nacional, desde su tribuna en el Salón Tesorería, dijo: “Es no, no, no, no, en Guanajuato hay más elementos de la Guardia Nacional que policías estatales y municipales y, aun así, los del PAN votando en contra de que la Secretaría de la Defensa tenga el mando de la Guardia Nacional para garantizar que la Guardia Nacional no se corrompa y que realmente garantice la seguridad pública de todos”.
Y es que, si bien el estado de Guanajuato es el principal muestrario de violencia e impunidad en el país para un gobierno panista, con carta credencial de primer lugar en homicidios dolosos, también lo es para el Gobierno Federal, porque con Guardia Nacional o sin ella, la cosa nomás no cambia. Podría decirse que la presencia de miles de elementos de la GN no incide de manera contundente en el combate del crimen organizado y su manifiesta violencia.
Se ha dicho que la dupla Alvar Cabeza de Vaca y Carlos Zamarripa Aguirre, secretario de Seguridad estatal y fiscal General del Estado, respectivamente, tras una década como responsables del combate al crimen, no han podido entregar un estado libre de la delincuencia y paz para sus ciudadanos, pero el amontonamiento de los elementos de la Guardia Nacional tampoco ha dado resultados visibles y contundentes a los guanajuatenses. Guanajuato, en los cuatro años de la 4T, sigue en el top de la comisión de los homicidios y más delitos.
De acuerdo con datos oficiales, que retoma el diario estadounidense The New York Times, la Guardia Nacional, que casi triplica el tamaño de su predecesora, Policía Federal, sólo realizó unos 8 mil arrestos en 2021 en todo el país, en comparación con los 21 mil 700 de la Policía Federal en 2018. Solo 14 de las detenciones de la Guardia Nacional se debieron a labores de inteligencia. En el territorio guanajuatense, de acuerdo a las autoridades locales mayormente su tarea es de patrullaje.
Hace unos días, el principal diario de la urbe de hierro hizo de Celaya el “ejemplo nacional de la violencia” que ahoga ciudades en México. Entrevistó en el reportaje a Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, obispo de la Diócesis de Celaya, quien dijo que la iglesia católica ha sido orillada a hablar en un tema que usualmente deja en manos de las autoridades, pues esperan que “el gobernante gobierne”.
Monseñor Aguilar Ledesma, explicaría que la entrevista que le hicieron y el reportaje del NYT sólo puede entenderse por la grave inseguridad que vive una ciudad que un día fue próspera y que resulta estratégica para la exportación de bienes a Estados Unidos por sus vías de comunicación. “No puede taparse el sol con un dedo”, refirió el responsable de la diócesis celayense. Cree que el gobierno federal debe hacer mucho más, en coordinación con las autoridades locales.
En sus palabras hay un dejo de reproche al presidente de la República y a las fuerzas federales, pero también al orden político, más preocupado por sus veleidades políticas que por lo que debiera importar: la seguridad para las personas, donde se proteja su vida y patrimonio. Las recriminaciones entre Palacio Nacional y los panistas de Guanajuato, le otorgan razón al obispo, quien ya fue directamente a Santa Rosa de Lima, para dialogar con su feligresía, que considera lastimada y víctima del crimen organizado y del estigma gubernamental.
Topografía.
Planimetría. Septiembre cierra metamorfosis de la 4T en seguridad.
A pesar del conflicto entre los 3 Poderes de la Unión durante el “Mes Patrio 2022” finiquitan los proyectos de la Cuarta Transformación -4T-, a fin de que los Estados Unidos Mexicanos compongan sus Fuerzas Armadas con el Ejército Mexicano, la Fuerza Área, la Armada y Guardia Nacional; los soldados y marinos seguirían patrullando las calles del país hasta el 2028.
La estructuración de las fuerzas nacionales que será coronada como es costumbre en el gobierno de la 4T -antes de que concluya- el próximo 16 de septiembre durante la “parada militar” cuando la fuerza pública “benjamín”, GN creada en este sexenio del presidente, López Obrador, pase lista frente a Palacio Nacional. Sin embargo, aún queda la serie de preguntas en torno a ¿Qué pretende la 4T con toda está metamorfosis? La “sana malevolencia” ha dictado a la trompa talega de que AMLO, luego de designar su sucesor pretenda estar tras el trono en 2024-2030.
El estado de Guanajuato continúa en el primer casillero nacional por el total de homicidios dolosos cometidos. pero de Palacio Nacional a pesar de las llamadas de auxilio del gobernador Diego Sinhue Rodríguez y alcaldes de los diversos signos políticos, incluso de Morena, y no crean todavía el vínculo de los tres niveles para enfrentar la inseguridad- violencia e impunidad- no sólo vociferar totales de asesinatos para recrear impactos mediáticos que suplen la actuación. Tres años con la Guardia Nacional, pero Guanajuato sigue en primer lugar sin apoyos ni paz social pedida.
En la ruta del debate nacional sobre seguridad pública, resulta menester dejar sobre la mesa de trabajo la reflexión de uno de los políticos más críticos del AMLO – quién le tomó la protesta de ley y le impuso la banda presidencial el primero de diciembre del 2018 -, Porfirio Muñoz Ledo el que ahora con la supuesta militarización ofreció una duda, el presidente López ¿Se retractó o lo retractaron? Cuando le reprochó que la Guardia Nacional quedará sujeta a la Secretaría de la Defensa Nacional, y estuviera presionando al Congreso y a la SCJN para ese fin.
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