Empezó a pintar fuerte en Guanajuato, Adán Augusto López
El brazo derecho del hombre más fuerte del país, no se entretuvo ni le dedicó tiempo al caso del procurador federal del consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, dejó hacer y dejó pasar. Fueron otros quienes hallaron y exhibieron los negocios del exalcalde leonés, mientras que el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, informó que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, estará en Celaya para conocer de primera mano el problema de inseguridad.
El encargado de la política interna del país empezó a pintar fuerte en el estado de Guanajuato con su presencia, amén del seguimiento de la aplicación de los programas sociales, o sea si están aterrizando en la población objetivo con el fin de conseguir un diagnóstico de la entidad; básico para seguir con el proyecto de nación de la 4 T en los últimos 2 años, en especial para el futuro donde está inscrito como “suspirante”.
El primer impacto causado por el secretario López Hernández fue cuando acompañó al gobernador Diego Sinhue Rodríguez y un grupo plural de alcaldes del corredor industrial al Palacio Nacional para platicar de proyectos que podrían llevar agua al estado de Guanajuato, con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, es que le importa y ahora está en la ruta para fundar compromisos políticos en contra de la inseguridad.
Se podría asegurar que estos “son apenas abrebocas” para que la esperanza progrese y el entusiasmo no decaiga, de que próximamente vendrán las respuestas a fin de suministrar seguridad pública a los 46 municipios del territorio guanajuatense.
Sin embargo, resulta menester subrayar que el personaje de Paraíso, Tabasco, se mostrará haciendo presencia en las regiones que aterrice, primeramente en la Laja-Bajío; ora si se cubre la prédica “adonde el corazón se inclina los pies caminan”.
Del trabajo que necesitan llevar a cabo los suspirantes presidenciables es después de los comicios y resultados en las entidades federativas del domingo, de Adán Augusto, se comunicó que llevará a cabo una gira al estado para conocer las causas que ocasionan la inseguridad, en particular los homicidios dolosos que incrementaron de manera brutal en mayo; Guanajuato totalizó 336 casos colocándose como el “estado más violento en el país”, según la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
Frente a las circunstancias, la relación entre el gobernador panista que gobierna Guanajuato, Sinhue Rodríguez, y el secretario de Gobernación, Augusto López, es de ayuda mutua para hallarle salida de emergencia a la inseguridad y de paso a la impunidad, y superar un conflicto político entre AMLO y el gobernador guanajuatense, producto de la Alianza Federalista de gobernadores opositores que lo enfrentó por un nuevo Pacto Fiscal.
Gracias a los problemas entre la Federación y Guanajuato, se teje una nueva relación con diálogo, por cierto alterna que debió de existir entre el presidente y el gobernador. Aunque “no todo es miel sobre hojuelas” porque en el territorio guanajuatense desde hace meses varios grupos de suspirantes de la candidatura para la grande, sobre todo de Morena, están sembrando con empeño; ejemplo, del senador Ricardo Monreal, mientras que otros estarán acompañando al secretario, Augusto López.
Para la presentación del encargado de la política interna en el estado que están preparando, los poderes federal y estatal, se espera que los suspirantes presidenciales se muestren. Y a propósito ¿Dónde está el precandidato panista de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, quien dijo “Anótenme para la Presidencia de la República”?
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Agrimensura. Vivir de los trabajadores
Luego de esconder la mano en el caso “Alito”, donde un senador afín a la 4T, Manuel Velasco, exgobernador de Chiapas, le notificara a Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI que le buscaban desde el gobierno federal en un último intento para negociar la fallida reforma eléctrica y que si no aceptaba, habría consecuencias contra su persona, por decisión de Palacio Nacional, ayer, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, optó por no encarar el tema en su mañanera, a pesar de la petición de los reporteros de aclarar la circunstancia, en cambio, anunció que le quedan menos de dos años y cuatro meses para dejar el cargo, que se aislará de la política y que aspira a una pensión de 30 mil pesos mensuales, sufragada por las cuotas de los trabajadores al servicio del Estado por medio del ISSSTE.
Llamó la atención el asunto, tanto por la cantidad que piensa llevarse el mandatario, porque muy pocos burócratas reciben tal pensión y porque afirmó que ya acumuló el tiempo necesario para merecer ese pago en el retiro, algo de lo que deberá dar cuenta la instancia responsable de la seguridad social del Estado y de los ahorros de los miles y miles de los servidores públicos.
Para el presidente de la República, ese ingreso le parece muy modesto, suficiente para pasar sus últimos días con lo básico. Sin embargo, actualmente menos del 2 por ciento de los mexicanos ganan más de 18 mil pesos y menos del 1 por ciento, 38 mil pesos mensuales. Sin duda, no es modesta su aspiración, frente al 98 por ciento del pueblo. Aunque cabe decirlo, comparado con lo que se llevaban de pensión los expresidentes, por un régimen especial, si, sin duda será austero. Las dos realidades de México.
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