Inicia debate de posible Alianza Morena-PRI por la alternancia en la gubernatura de Guanajuato
La movilización de militantes, simpatizantes y acarreados de Morena durante el proceso de elección de sus consejeros nacionales y estatales el domingo pasado en el estado de Guanajuato, produjo una serie de emociones con sentido de futuro, incluida la ilusión de ganarle la gubernatura al conservador PAN en los comicios del 2024. Además, permeó “la idea” de que Morena y PRI pudieran aliarse en la entidad.
En varios momentos del proceso para integrar la Asamblea Nacional electiva de los nuevos órganos del partido en poder de la República, emergió la necesidad de conquistar el territorio guanajuatense; sin embargo, lo mostrado el fin de semana, permitió percibir que el “rojo marrón” para competirle al panismo ganador en su plaza y pretender la alternancia en Guanajuato precisa de buena compañía, algo así como los primos.
La propuesta socializada y colocada de inmediato entre los grupos de priistas en varios de los principales municipios, produjo la sensación de posibilidades, aunque para ello debe entregar la dirigencia nacional del partido tricolor, Alejandro Moreno, quien se asegura “está vendido” al PAN en la Alianza Va por México. En la lucha están enfrascados los diversos grupos de priistas, los opositores a favor de la expulsión de Alito y sus seguidores, en la lógica de que se mantenga al menos dos años.
Un proceso en la cual están participando “Tirios y Troyanos” en donde tienen metidas las manos morenos de la Federación como de las otras entidades, resaltando el caso de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, con sus zarpazos de jaguar, a fin de revelar las grabaciones donde el priista habla mal de los periodistas. Esa jugada, podría resultar veneno puro con Moreno para el próximo año, rumbo a las elecciones por la renovación del gobierno en el Estado de México.
En Guanajuato la premisa de los grupos que consideran que la alianza “tácita entre el PAN y PRI” luego de 3 décadas de la concertacesión, el tricolor transita por camino de la perdición y lo que lo sigue, lo cual de acuerdo a quienes no apoyan la dirigencia estatal tricolor “sostenida” por la dirigencia nacional. El desplazamiento de Alejandro Moreno del CEN, provocaría el efecto dominó en el estado que permitiría el contacto entre Morena y el PRI, sin que necesariamente concluya Va por México.
El diagnóstico concebido por los buscadores de la coalición, rojo marrón y los tricolores, es que la alianza nacional no tiene efecto multiplicador en territorio guanajuatense, salvo compromisos particulares, los priistas han sido desplazados por los panistas en diferentes posiciones incluidos en los organismos autónomos. El Partido Acción Nacional a pesar de estar en el poder 30 años, no produce el personal necesario que ocupe cargos de mayor responsabilidad, se asegura, son eternos aprendices.
La presidenta estatal del PRI en Guanajuato, Ruth Noemí Tiscareño, a pesar del tiempo que lleva al frente del partido no ha podido articular un plan de trabajo aglutinador, salvo el manejó de la nomenclatura priista para repartir las representaciones populares plurinominales como se entendió en el proceso estatal 2021, cuando se llevaron al cabo las renovaciones de 46 Ayuntamientos y el Congreso del Estado, durante el cual se quedó con una diputación de partido para tener doble puesto.
El escenario que alcanzaron los morenos con su elección pasada, es de conflictos, más la elección de dirigentes estatales en Guanajuato. Este 7 de agosto, la confrontación crecerá, pudiendo darse rupturas que posibilitarán el “clásico chapulineo” que pudieran cubrir con tricolores, que pretenden los diálogos para consolidar una alianza en la entidad. El deseo onírico que no se descarta en el corredor industrial pues en los Ayuntamientos los acuerdos PRI-PAN no los ha respetado el panismo.
Existe la intención de las partes priistas que desean conocer la intención del gobernador Diego Sinhue Rodríguez, respecto de esos acuerdos en las alcaldías, que no se cumplen a favor de la población.
La definición de la presidencia de Morena en Guanajuato para Hades Aguilar Castillo o alguna otra fémina de las que consideran que podrían ganar la gubernatura del estado de Guanajuato, sería factor básico por la alianza que pudiera competirle al conservador PAN por la alternancia.
Topografía.
Agrimensura. La amenaza
Al igual que el disparo de enfermos y muertes por males crónicos dejados sin atención en el sistema de salud pública, sea federal o estatal, por causa de la estrategia de atención a la pandemia de COVID-19, hay preocupación en el sector salud en la aparición de contagios por enfermedades que se consideraban erradicadas en territorio nacional, debido a que no se ha inmunizado a los niños por carencia de vacunas.
No lo dice abiertamente, Daniel Alberto Díaz Martínez, secretario de Salud del estado, pero la aparición de un niño con hepatitis aguda en la entidad, enfermedad de la que poco se sabe y posiblemente relacionada con la COVID-19, más el aumento de casos de viruela del mono en el país, preocupan en sus oficinas, porque estos males, provenientes de otros continentes, más temprano que tarde, están tomando residencia en nuestra sociedad y no se cuenta con lo necesario para una defensa sólida desde el sistema de salud.
Otra de las enfermedades que han aparecido es la tuberculosis, a lo cual señala que hay carencia de vacunas y hay población que dejó de ser vacunada hace años, cuando la enfermedad fue erradicada, mismo riesgo que se tiene con la viruela, de la cual no se ha vacunado a la población desde 1980.
La lista de enfermedades de las cuales no se ha inoculado en estos dos últimos años no es corta, pues aparecen la tuberculosis, la polio, difteria, tosferina, hepatitis y virus del papiloma humano. Y como la dotación de las vacunas depende de la Federación, exclusivamente, el problema de salud pública sólo se consigna en las 32 entidades federativas.
Sin embargo, es menester recurrir al ABC epidemiológico de otros tiempos, cuando tampoco las vacunas eran vastas. Daniel Diaz Martínez debe pasar de la queja a la prevención bajo medidas de otro tipo, empezando con la información masiva sobre los riesgos y la manera de evitarlos.
¿Cuándo se normalizará el abasto de vacunas? Sólo la Cuarta Transformación tiene la respuesta, sobre todo tras el estrepitoso fracaso del cambio de sistema de salud federal a INSABI, que reventó la distribución de medicamentos y, para su mala suerte, coincidió con la llegada de la pandemia. Ahora preparan enterrar el INSABI para suplirlo con IMSS-Bienestar. Mientras tanto, las vacunas se necesitan.
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