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Persistencia contra la violencia, por Azul Etcheverry Aranda

Esta semana fuimos testigos de que la justicia tarda, pero llega. Después de 14 años de ser una víctima más de violencia, Lydia Cacho, por fin recibe la noticia de la detención de Mario Marín Torres.


Después de poner en jaque al ex gobernador poblano “promotor de pornografía infantil”, es que Cacho comenzó a recibir amenazas haciendo su de su día a día una verdadera pesadilla.


En Acapulco fue encontrado el “Gober Precioso” en casa de su hermana, después de dos años de estar prófugo las autoridades lo tiene bajo custodia y de inmediato la periodista indicó en su cuenta de Twitter comentó dicho suceso, ya que la Fiscalía General de la República le dio información debido al seguimiento a su tan persistente demanda.


Recordemos que en 2005, Lydia Cacho fue detenida en Cancún, tras la promoción, distribución y venta del libro "Los demonios del edén" en el que se mencionó al empresario Kamel Nacif y Jean Succar Kuri, entre muchos otros.


Cómo olvidar que la periodista fue trasladada de Cancún hasta Puebla y durante el trayecto fue víctima de tortura psicológica, consecuencia de la obra literaria que lanzó. Después de las declaraciones de Cacho fue que se filtró una conversación entre Marín y Nacif en la que se hacía referencia a la violencia que se le proporcionó a la periodista, haciendo hincapié en que lo merecía y que aún no había tenido suficiente.


Este año es que las autoridades mexicanas ya se están poniendo las pilas, no es posible que una de las personas responsables de una red de pederastia no esté tras la rejas después de que sus delitos quedaron plasmados ante una obra literaria que fue distribuida por todo el país y sobre todo incentivar de manera desmedida la violencia contra una mujer que solo puso al alcance de todos lo que en muchas ocasiones se quiere tapar con un dedo.


Lo que queremos ver ahora es que se haga justicia, que realmente la Fiscalía ponga las cartas sobre la mesa y no permitan que esto se quede sin las consecuencias que los hechos ameritan. Que esto se persiga por años y años solo nos deja pensando ¿es por falta de esfuerzo de las autoridades que no se capturan a los responsables o es porque los encubrimientos dentro del poder tienen vigencia?


Seremos testigos seguramente de uno de los ajustes de cuentas contra la violencia de género y pederastia más grande, esperando que no sólo se dé una sentencia que después se pueda retirar por falta de pruebas.


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