Colaboración de Vicente Esqueda
Hace unos días, López Obrador dio a conocer lo que considera un nuevo modelo económico a aplicar en México, el cual sustenta en su ensayo: “La nueva política económica en los tiempos del coronavirus” en el cual señala que la pandemia, no es la causante de origen de la crisis económica mundial, y vuelve a culpar al neoliberalismo de los problemas que vive el mundo y nuestro país.
Menciona que la fórmula para salir de la crisis, es la suma de la democracia, justicia, honestidad, austeridad y bienestar. Se hacen afirmaciones como que la corrupción y el influyentismo, ya se han terminado, que el robo de combustibles se redujo en un 95% y que se ha ahorrado mucho en las compras consolidadas de medicinas, materiales de curación y equipo médico, algo que en este momento es sumamente cuestionado.
Señala que gracias al dinero entregado por los programas sociales, se ha tenido éxito en la estrategia para mitigar contagios de COVID 19, lo cual no puede darse por cierto, ya que se analizará, una vez que concluya la pandemia.
Otra afirmación que creo arriesgada, es dar por hecho que automáticamente a partir del 1 de julio, fecha de entrada en vigor del nuevo tratado de libre comercio, se generarán inversiones y nuevos empleos; y aunque es lo deseable, esta crisis afectó globalmente, por lo cual se debe ser cauto en ello.
En cuanto al tema del bienestar, descalifica el dato del Producto Interno Bruto, que sirve para medir el crecimiento económico de un país, y que es un estándar mundial, porque no permite analizar la distribución de la riqueza, pero existen otros indicadores que lo hacen y no se citan, y que en conjunto brindan una perspectiva económica completa.
Quizás la intención de no dar valor al PIB se deba a que México en este momento se encuentra en una crisis económica en donde ese valor es negativo, y ante ello, surge la idea de crear un nuevo modelo económico; pero lo preocupante es, que no se señalan los mecanismos por los cuales se evaluará ninguno de los 5 elementos que lo integran, y resulta aplicable la frase célebre de William Thomson Kelvin que dice: “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”
Comments