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Nominación de Kevin Marino Cabrera y el nuevo debate sobre el Canal de Panamá

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a poner el Canal de Panamá en el centro de la polémica. En una declaración que ha generado revuelo tanto en Washington como en Ciudad de Panamá, Trump anunció este miércoles la nominación de Kevin Marino Cabrera como futuro embajador estadounidense en Panamá, acompañado de críticas contundentes hacia la gestión panameña del canal estratégico transoceánico.

El nuevo embajador: Kevin Marino Cabrera

Kevin Marino Cabrera, actual comisionado del condado de Miami-Dade, fue descrito por Trump como un defensor comprometido de los principios de “Estados Unidos primero”. Según el presidente electo, Cabrera ha sido un impulsor clave del crecimiento económico y de las relaciones internacionales en su papel en Florida, lo que lo convierte en un candidato idóneo para asumir este cargo diplomático.

“¡Hará un trabajo FANTÁSTICO representando los intereses de nuestra nación en Panamá!”, declaró Trump con entusiasmo. Por su parte, Marino Cabrera expresó en redes sociales sentirse “muy honrado y agradecido” por la confianza depositada en él: “¡Manos a la obra!”, agregó en un tono optimista.

Trump y el Canal de Panamá: una disputa renovada

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención del anuncio presidencial no es solo la nominación de Cabrera, sino las declaraciones que Trump hizo respecto al Canal de Panamá. El presidente electo acusó al país centroamericano de “estafar” a Estados Unidos con las tarifas de tránsito que cobra en la vía interoceánica. Estas afirmaciones llegan después de que, el pasado 22 de diciembre, amenazara con recuperar el control estadounidense del canal si Panamá no accede a revisar las tarifas.

“El Canal de Panamá está haciendo mucho más dinero del que jamás soñaron. ¡Esto debe cambiar!”, declaró Trump, dejando entrever que su administración podría tomar una postura más agresiva en torno al icónico paso marítimo.

Reacciones desde Panamá y América Latina

Las declaraciones del mandatario estadounidense no tardaron en recibir una respuesta enérgica desde Panamá. El presidente José Raúl Mulino repudió las amenazas de Trump, calificándolas como un intento de socavar la soberanía panameña sobre el canal. “La soberanía del Canal de Panamá es innegociable”, afirmó en un mensaje institucional.

Esta postura fue respaldada por varios líderes latinoamericanos, quienes ven las palabras de Trump como un desafío a los acuerdos internacionales vigentes. Es importante recordar que el canal, construido por Estados Unidos y operado por este país hasta 1999, fue transferido a Panamá bajo los Tratados Torrijos-Carter firmados en 1977, un acuerdo que cerró una etapa histórica de disputas por la soberanía.

El impacto en las relaciones bilaterales

La nominación de Kevin Marino Cabrera y las críticas de Trump al manejo del Canal de Panamá podrían marcar el inicio de una etapa de tensión entre ambos países. Mientras que Cabrera llega con la misión de fortalecer los lazos diplomáticos y económicos, las duras palabras del presidente electo sobre el canal podrían complicar esta tarea.

Panamá, que depende en gran medida de los ingresos generados por el canal, ha defendido su autonomía con firmeza desde que consolidó su administración en 1999. Cualquier intento de renegociar los términos de uso del canal podría desatar una ola de rechazo tanto en Panamá como en la región.

Un panorama incierto

Con la toma de posesión de Donald Trump programada para el 20 de enero, el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Panamá se presenta incierto. La polémica sobre el Canal de Panamá resalta cómo este paso marítimo, crucial para el comercio mundial, sigue siendo un símbolo de tensiones geopolíticas.

Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención los movimientos del nuevo líder estadounidense, cuyo enfoque en el canal podría reabrir viejas heridas y desafiar la estabilidad de una región históricamente sensible a las intervenciones extranjeras.

Por Salvador Sánchez.


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