Por José Luis Camacho Acevedo.
El gobierno de la 4T camina tranquilo y confiado sobre dos supuestos que se le pueden descarrilar en cualquier momento:
1.- Que el triunfo de MORENA es seguro en los comicios presidenciales del 2024.
2.- Que el Gobierno Federal tiene los suficientes recursos para enfrentar las más peliagudas contingencias, sean sociales. políticas o económicas.
En el primer supuesto ni los dirigentes nacionales de MORENA, ni la candidata presidencial, ni los aspirantes a ser gobernadores en nueve entidades y menos los gobernadores morenistas que tienen, con justificada razón, la esperanza de que su opinión sea mano a la hora de decidir diputados federales, locales y alcaldes (en las entidades en donde vayan a celebrarse ese tipo de comicios) han tenido un comportamiento de unidad, eficiencia y disciplina para asegurar que el triunfo en la elección presidencial está amarrado ante esa visión caótica de los integrantes de todos los niveles de la MORENA.
Manejar las contingencias que se pueden presentar como imponderables en lo que resta del sexenio, sean económicas, políticas o sociales, es una tarea que se logra con el hecho de tener una reserva de recursos económicos suficientes para hacerles frente.
Por ello los cercanos al Tlatoani de la 4T esparcen la especie de que hay una nueva escalada, estrategia la llaman los agudos consejeros del poderoso en turno, escalada de distractores que logren que el proceso electoral y los temas más urgentes de resolver de la agenda nacional (violencia, salud, pobreza, educación, movilizaciones sociales, por mencionar las más sentidas) no sean los principales puntos de reclamo social.
Distractores como la premiación de Lord Molécula en el senado; el irresoluble problema de los migrantes; el rescate de los mexicanos varados en Israel; la prórroga del gobierno en Sonora instaurando que el próximo gobernador tenga solo un periodo de tres años (Mini Maximato de Durazo en puerta), la liberación de Mario Aburto, son eventos que no cambiarán la opinión de la sociedad mexicana sobre el panorama tan comprometido y peligroso como el que estamos viviendo.
Conclusión inicial: No está asegurado el triunfo de MORENA en las presidenciales del 2924; ni el gobierno está en condiciones de “controlar” contingencias nacionales e internacionales de alto grado de dificultad que se pudieran presentar (Biden dixit).
Ni Lord Molécula ni la liberación de Mario Aburto son distractores que logren cambiar un estado de ánimo nacional lleno de inconformidades sociales y de crispantes llamados a su seguridad personal.
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