Elementos imprescindibles en las ofrendas de esta comunidad, se alternan con los retratos de seres queridos del recinto, entre ellos, el del historiador Alfredo López Austin
Para saber más de esta tradición otomí, se invita a seguir las redes sociales del recinto, donde estará un video alusivo al Día de Muertos en Pahuatlán
Bajo el título “La luz de los que ya se fueron”, el Museo del Templo Mayor (MTM) honra a sus muertos con una ofrenda inspirada en la tradición de fieles difuntos de San Pablito Pahuatlán. Así, en los distintos niveles del altar instalado en el vestíbulo de la zona arqueológica, las figuras de papel amate y el pan de muerto provenientes de esta comunidad de la Sierra Norte de Puebla, se alternan con los retratos de personas íntimamente ligadas al recinto, quienes fallecieron este año.
Dispuesta en el nivel superior, se encuentra una fotografía del historiador del pensamiento mítico mesoamericano, Alfredo López Austin, en la cual prodiga a los visitantes su cálida sonrisa; también están los rostros de vigilantes que conocieron como pocos los recovecos del museo y los vestigios del Templo Mayor, custodios que velaron por nuestro patrimonio de día y de noche.
La curadora de la ofrenda, Judith Alva Sánchez, expresó que la intención es honrar la memoria de compañeros que partieron este año marcado por la contingencia sanitaria, y a quienes –en su momento– no se pudo despedir como se hubiera deseado.
Destacó que la instalación de este altar implicó un trabajo de campo en Pahuatlán, a fin de identificar algunas de las características culturales de este pueblo otomí, por ejemplo, su oficio en torno al papel amate, cuyo proceso de producción comienza con la elección de la corteza del árbol jonote, la cual después se hierve, enjuaga y seca, para finalmente pasar a su decoración con tintes naturales.
Esta tradición, refirió, viene de la época prehispánica y en ella se representa a todas esas entidades con las que tiene contacto el pueblo: la montaña, el bosque, los animales, que los pobladores denominan “señores”; a su vez, sus ancestros no suelen estar en las ofrendas, sino que se les evoca a través de las figuras antropomorfas hechas en papel amate.
La disposición de arcos, velas y cirios también representa a los difuntos, yendo primero los que representan a los familiares de mayor rango, y así de forma descendente. Los cirios, dijo la experta del MTM, suelen adornarse con la imagen de santos y se prenden, uno a uno, nombrando a cada familiar fallecido, como una manera de llamarlos.
Por otro lado, los panes de muerto de Pahuatlán aluden a figuras humanas, pero también se pueden encontrar con forma de animales; mientras que en el altar se extiende una alfombra de pétalos de cempasúchil para dar la bienvenida a los fieles difuntos.
Para quien desee saber más de la tradición de Día de Muertos en Pahuatlán, se invita a seguir el perfil en Facebook del MTM, donde próximamente estará un video alusivo.
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