Poderoso fue el inicio del placer sonoro en línea de Molotov con Amateur, “a huevo”, externó el vocal Tito, para luego dar forma a Diseño Rolas. Apenas con ligeras pausas entre canción, la banda encendió Radio Molotov y se convirtió en marciano con el cover que hace al clásico de Misfits, para transitar en su planeta. Siguió el cambio de voz, pues Randy dejó la batería y tomó el micrófono para sacar de su ronco pecho The Revolution Will Not Be Televised y ser premiado con un “bien Randy”, de Tito.
Luego de tocar un cover de Beastie Boys y recordar que “aunque sólo ves camaritas y focos, hay gente detrás de esto”, Molotov saboreó Mamar, reversión del clásico del rock mexicano Mamá, de Los Amantes de Lola. La agrupación siguió comprando canciones que hicieron famosos a otros y pagó con Quién Pompo, mientras cobraba comentarios del público que se manifestaban en un chat abierto en la transmisión de este show titulado Irrepetible. Y siguió paseando en los covers con un clásico urbano de El Tri: Perro Negro, desde la voz rasposa de Paco Ayala, para “rolar y rolar y rolar”. Mientras que en casa se disfrutaban unas chelas y tras 33 minutos de tocada, ya había ganas de Agüita Amarilla (Toreros Muertos), la cual liberó Mike Huidobro.
Siguió su rebeldía punk con Anarchy In The UK, de Sex Pistols, desde la voz desgarrada de Tito, ya bien entendido para ese momento del concierto. Luego de 45 minutos de coverear, Molotov entró en modo Charolastra con Here Comes the Mayo, tema incluido en el soundtrack de Tu Mamá También. Ya en confianza, “mamate esta”, disfrutó Molotov al reversionar Bohemian Rhapsody de Queen, con mucho vigor e irreverencia.
Siguió con su fe en el rock, con notas ruidosas y poderosas de Santo Niño de Atocha y Chinga tu Madre, mentada sonora que sonó cool cuando la tocada se acercaba a los 60 minutos, en los que todos chingamos igual. “Usted en su casa califique”, pidió Paco para dar Here We Kum, mientras los súperchingones cumplían con el confinamiento desde casa, escuchando un show irrepetible. Parecía que la banda olvidaba que canción seguía, mientras, jugando, se quejaba de su staff, pero tras algunos segundos, recordó Lagunas Mentales y la transmitió al cerebro de los conectados a este concierto. Ya estaba cocinado uno de los momentos cumbres de esta experiencia y Paco Ayala dejó el bajo y tomó la batería, mientras Randy, con guitarra entre manos, saboreó Frijolero y la transmisión tuvo algunas fallas, ligeras. Los clásicos de Molotov llegaron para matar y lo siguieron haciendo con otra emoción fuerte: Mátate Teté y luego gritaron Puto, duro, para darle matarile a los oídos y despedirse con un “ay se ven locos”, desde las cuerdas vocales de Paco Ayala, para salir de escena extrañando el “oootra, oootra”.
Fuente informativa: Qudratin México
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