Vigía de la Libertad
Ya sabíamos de el insano juicio de AMLO, desde siempre, de priista, de candidato, de Jefe de Gobierno y ahora como Presidente; Sus locuras no son nuevas y siempre han sido públicamente demostradas. Claro, van escalando nivel. No es lo mismo acciones radicales en Tabasco que en la Capital de la República; ni tampoco la equivocada toma de decisiones en la Ciudad de México, que para todo el país. Si bien, pudiera no tener un gran efecto ni daños colaterales el cambiar al presidente de un organismo autónomo, el impacto trascendente negativo de las políticas públicas erróneas y malvadas sobre seguridad, economía o salud ha costado la vida de miles y el empleo de millones de mexicanos con consecuencias que tardarán muchos años en recuperarse.
Ya sabíamos de su ignorancia y de su mala fe. Ya sabíamos que, con él, llegaba un faccioso grupo de ideólogos y activistas de extrema izquierda que han implementado la tesis marxista de creación de caos para tener la posibilidad de mantener el control político durante décadas. Ya los sabíamos. En política no hay sorpresas solo sorprendidos.
Y si, dijo sus intenciones, bastante veladas, publicitariamente presentadas para que millones de mexicanos creyeran en su mercadotecnia de la “esperanza”, la de “primero los pobres” y la de “no miento, no robo y no traiciono”. Lo que verdaderamente deja con la boca abierta es la capacidad de creerse sus propios engaños, de decir un día una cosa y al día siguiente lo opuesto, de publicar reclamos a Trump sobre su agresión a los migrantes mexicanos y de agradecer su buen trato en el discurso en la Casa Blanca. Esto ya habla de no tener memoria, ni de corto plazo, ni histórica, ni bibliográfica, bueno ni sabiendo que hay videos y tuits en internet que documentan sus dichos. Así, su cinismo, insensibilidad y demagogia pasa del chiste anecdótico a la tragedia nacional. 30,000 fallecidos por el mal manejo de la pandemia, más de 50,000 muertos por la equivocada estrategia de seguridad, 1,200,000 empleos perdidos por la falta de apoyos a las empresas, miles de millones de pesos en perdidas en PEMEX y la CFE y decenas de datos más. No hay indicador que se salve. Y el, no solo tiene otros datos, si no que los va cambiando al paso del tiempo, no solo no acepta ninguna crítica, si no que amenaza a los que disienten o lo exhiben. Es una incongruencia sistemática que ya se le esta revirtiendo a la 4T. No es necesario que cada seguidor de López Obrador, becado o no, cambie de opinión y deje de apoyarlos, solo se requerimos que miles vayan dándose cuenta de la verdad poco a poco y terminen de convencerse de su hipocresía y falsedad. Su aprobación hoy es de menos del 45%. Si para junio del año entrante llegamos a menos del 40% y se lográra capitalizar en las urnas este rechazo por una oposición unificada. Si esto se da en cada distrito, MORENA perderá su hegemonía y con ella la mayoría de los Congreso. De nuevo cobra vigencia la famosa frase “nadie puede engañar a todos, todo el tiempo”. La realidad se está encargando de que muchas personas se desilusionen y cambien de opinión; Algunos ignorantes, otros ilusos, pero todos engañados, se estén dando cuenta de lo patético de la incongruencia que es una constante ya legendarias de AMLO y que los está dañando personalmente y a su familia. Nadie, en su sano juicio lo puede negar. Esto es algo que tenemos que celebrar.
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