Este próximo siete de junio se tiene prevista la llegada a México de la Vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, a México como parte de su primera visita oficial, con el objetivo de reunirse con la delegación mexicana encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para atender temas de la agenda bilateral.
En conferencia de prensa el canciller Marcelo Ebrard, dijo que se tiene pactado un encuentro en el que hablarán sobre las posibilidades de crecimiento de la inversión y bienestar social en el sur de México y parte de Centroamérica, haciendo frente al problema de la migración forzada.
En ese sentido, vale la pena analizar lo que se espera de esta visita, cuando la situación diplomática, migratoria y comercial entre ambos países atraviesa momentos complejos. Por ejemplo, las acusaciones del presidente de México al gobierno de aquel país por su inversión a medios periodísticos que acusan las deficiencias de la administración de la 4T, la crisis migrante en la frontera compartida y las quejas oficiales de empresas que ven vulnerados los acuerdos comerciales adquiridos en México, así como las modificaciones legislativas particularmente en los sectores energéticos.
Históricamente, los temas principales en la agenda son la migración, la seguridad y la economía, además del actual interés de Estados Unidos por integrar temas como cambio climático, energía y gobernanza, que puede ser más bien interpretada como la lucha contra la corrupción e impunidad en virtud del Estado de Derecho.
Sin duda, estos temas se subordinan al asunto migrante, particularmente al interés de ese país en que México siga actuando como un filtro del flujo migratorio que viene principalmente desde el sur de nuestras fronteras. Recordemos que esta estrategia no es nueva y ha tenido momentos álgidos, como los fueron el programa “Quédate en México”, que oficialmente acaba de desaparecer, o la donación de vacunas contra el COVID-19 a cambio de un mayor control del tránsito en la frontera sur de México.
Cabe señalar que dentro de este objetivo político se deben tener en cuenta otros factores internacionales que presuponen la necesidad de la visita de la Vicepresidenta Harris a Guatemala y México. La relación entre Washington con Tegucigalpa y San Salvador atraviesan momentos complicados. En principio, están las acusaciones desde un tribunal en Nueva York en contra del Presidente salvadoreño Juan Hernández, por presuntos vínculos con el narcotráfico, mientras que su contraparte salvadoreña, Nayib Bukele, es considerado por los estadounidenses como un gobernante autoritario a partir de acciones deliberadas con proyecciones electorales en ese país.
La situación política y económica en la región es muy sensible, más si contemplamos el agravamiento causado por la crisis sanitaria mundial. Por ende, la colaboración con México será focal para las aspiraciones de la administración demócrata por cumplir sus promesas de campaña, que involucran la regularización de indocumentados, la mejora de los centros de detención migratoria y el aumento en las solicitudes de asilo contempladas en la ambiciosa y tan esperada reforma migratoria integral.
Como apunte final, lamento la cancelación del Senado de la República para la visita de Harris al Pleno de la Cámara, es una señal inequívoca de la incapacidad actual de encontrar consensos en beneficio de todos. Lo anterior con el pretexto del proceso electoral en curso.
Comments