José Luis Camacho Acevedo.
En medio del clima de controversias que ha generado la cancelación de la primera parte del proyecto presidencial en Materia Electoral y de Medios de Comunicación, ahora se empieza a poner en un álgido debate el contenido de la Nueva Ley Minera, aprobada al vapor en la sesión oculta del llamado “Viernes Negro”, día en que los legisladores sesionaron de una manera que dejó ante la opinión pública la imborrable impronta de ser tan furtiva como tramposa.
Tanto, empresarios de la industria minera, nacionales y extranjeros, que operan en nuestro país esa importante industria, coincidieron en que esa nueva regulación no satisfizo de ninguna manera a la mayoría de los actores interesados en el desarrollo de la actividad.
La especialista Daniela Pastrana escribió:
“Fueron 4 horas de alegatos. De la euforia de unos, que presumían sus acuerdos con los empresarios, al reclamo de los otros, que los llamaban “hijos de Larrea”, los acusaban de llevar a la ruina al país o reclamaban la falta de consultas, con total amnesia del partido que entregó el país a las empresas mineras.
Al final, Morena se impuso. De madrugada, por sorpresa, con 290 votos a favor, 186 en contra y una abstención, la Cámara de Diputados aprobó la modificación de diversas leyes de minería y agua, con una propuesta distinta a la iniciativa elaborada por el gobierno federal. El proyecto pasó al Senado, que tendrá que discutir una reforma que no dejó a nadie contento.”
El proyecto, según Forbes, dice que esencialmente la nueva ley Minera modifica lo siguiente:
El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una iniciativa de reforma a las leyes Minera, de Aguas Nacionales y de Equilibrio Ecológico, entre otras, para reducir de 50 a 15 años el término de las concesiones y establecer que podrá ser programable por una sola ocasión hasta por un lapso igual.
“Las concesiones mineras tendrán una duración de 15 años, contados a partir de la fecha de su inscripción en el Registro Público de Minería. Se podrán prorrogar, por una sola ocasión, por igual término cuando sus titulares no hubieran incurrido en cualquiera de las causales de cancelación”, se menciona en la propuesta de reforma del artículo 15 de la Ley Minera.
La iniciativa propone el esquema de otorgamiento de concesiones para que únicamente mediante concurso público se otorguen éstas, pero bajo condiciones mínimas que aseguren las mejores condiciones económicas.
Hasta las consideraciones iniciales de Forbes.
El debate viene a raíz de dos preguntas que inquietan a todos los actores relacionados con la industria minera:
1.- ¿Qué papel jugará en esta nueva regulación un personaje polémico y controvertido, pero cercano a López Obrador que incluso lo hizo senador, como Napoleón Gómez Urrutia?
2.- ¿Quiénes serán los eventuales beneficiarios de las disposiciones de la Nueva Ley Minera en temas como la reducción de tiempos de concesiones y términos en que se realice la explotación?
Sin duda que se avecina una nueva tormenta entre los sectores públicos y privados en la medida en que la 4T siga tratando de imponer leyes, casi hechas a modo, para favorecer a sus aliados del sector.
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