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Heridas en nóminas estadounidenses por asedio de COVID-19

Por Manuel Galeazzi Ramírez


Normalmente esta es la mejor época para su tienda de toldos, letreros y telas de botes en Nueva York. Cerró a principios de marzo y mantuvo la nómina hasta que no pudo más y despidió a sus empleados. “Fue extremadamente difícil. Todos expresaron que tenían que pagar facturas y familias que alimentar”.


El propietario, Eric Winstanley, dijo a The New York Times que mantiene su taller ahora produciendo máscaras protectoras para hospitales locales con dos trabajadores voluntarios. “Si eso tiene éxito podremos recontratar a otros dos”.


A sus 38 años aún recuerda que, hasta principios de febrero, el empleo nominal total en Estados Unidos había aumentado durante 113 meses consecutivos. Desde abril de 2009, las tasas de desempleo se mantuvieron por debajo del 3.5 por ciento.


“Algo así no se había visto desde que yo nací”, le diría probablemente a Winstanley su abuelo al ver las cifras de desempleo ocasionadas por el ‘enemigo’ con longitud de una millonésima parte de un milímetro. El virus, atacando los empleos de la gente.


“El número de reclamos de asistencia para el desempleo ha tenido incrementos históricos. En un mes normal veíamos 200 mil personas pidiendo apoyos para el desempleo, pero solo en la semana pasada 5.2 millones de personas lo han realizado”, apuntó Agustín Barrios Gómez, representante del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI).


Hasta la pandemia, el presidente estadounidense, Donald Trump, bajó impuestos a las grandes empresas para que ampliaran sus nóminas. “Esto no significó mejores empleos, pero sí mayor cantidad, que le sirvieron para mantener baja la desocupación”, sumó la experta en política de esa nación Raquel Saed ante Notimex.


Había “estabilidad social y aumento de confianza en la gente. Lo más importante es que el alto nivel de puestos tenía bajo nivel de inflación”, explicó Felix Boni, director de análisis de la agencia calificadora de crédito HR Ratings.

SARS-CoV-2 sacudió los bolsillos…

El Departamento de Trabajo de Estados Unidos reveló el jueves que ha recibido 5 mil 245 millones de solicitudes de apoyo para el desempleo y elevó a 20.1 millones las registradas desde el 21 de marzo, es decir uno de cada ocho trabajadores inició su solicitud.


Antes de la pandemia del COVID-19 el porcentaje de registros semanales más altos para el seguro de desempleo eran del 1.36 por ciento, en enero de 1975, y 0.67, a inicios de 2009. Sólo la primera semana de abril el porcentaje llegó a 3.89, recordó el grupo de expertos fiscales Tax Foundation.


En marzo, la nómina de empleos en Estados Unidos se contrajo 701 mil empleos y con la alta propagación de la pandemia, este número fue considerado por el Economic Policy Institute como un signo de la “profunda recesión”.


Los sectores más afectados fueron los de ocio, hospitalidad, servicios alimenticios y bares. De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de Washington, “esto aumentó en 0.9 puntos durante el mes la tasa de desempleo, para llegar a 4.4 por ciento”.


Las prestaciones de desempleo (UI, por sus siglas en inglés) excluyen en su conteo a las personas que no son elegibles para obtener un apoyo, pero que también están desempleados, como contratistas independientes, cuidadoras y muchos otros. Por ello, las cifras pueden ser muy superiores.


La Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica del Coronavirus (CARES, por sus siglas en inglés) fue una respuesta del gobierno para ampliar el UI en 250 mil millones de dólares y enviar cheques de mil 200 dólares a los ciudadanos.


De acuerdo al Economic Policy Institute, aún se está configurando la ampliación del UI y el Departamento de Trabajo ha reducido la cantidad de trabajadores autónomos que podrán acceder a la modificación.


El estímulo de 2.2 billones de dólares en total (trillones en inglés) de CARES, fue un “salvavidas temporal y es equivalente en cantidad a casi dos veces el producto interno bruto de México”.


“Su economía se los permite, el dólar sigue siendo el dinero de refugio. Pueden imprimir dinero sin generar afectación en su riesgo crediticio porque el mundo entero busca refugio en su moneda”, explicó Barrios Gómez.


La Cámara Baja ha impulsado CARES al utilizar una partida de reserva federal para atender este tipo de emergencias. “El problema es que no pueden seguir dando tanto financiamiento, por eso Trump está tan preocupado en abrir la economía y como ‘capricho’ contra los demócratas”, agregó Saed.


Washington compra “tiempo” con estos estímulos para los esfuerzos médicos de salud. No olvidemos que sus cifras pueden impactar en la economía mexicana porque dependemos de su “demanda de productos, las remesas que mandan nuestros connacionales, probablemente también afectados laboralmente, y sus turistas”, señaló Félix Boni.

Crédito político del desempleo

Trump dijo que algunas medidas impuestas por Minnesota, Michigan y Virginia, tres estados dirigidos por gobernadores demócratas, habían sido “demasiado duras”, por lo que ha pedido en su cuenta de Twitter que se “liberen”.


Se han registrado manifestaciones que piden a las autoridades eliminar las medidas en Michigan, Ohio, Carolina del Norte, Minnesota, Utah, Virginia y Kentucky, argumentando que ha afectado su situación laboral. Sin embargo, el presidente no se ha referido a “la libertad” de los territorios republicanos.


La especialista en política y medios de Estados Unidos Raquel Saed estimó en entrevista que los conservadores han impulsado algunas de estas movilizaciones bajo el justificante de liberar los empleos, porque son regiones con gran cantidad de votos electorales; como Michigan, que tiene 16 sufragios, importantes para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.


La situación también se ha politizado porque otros gobiernos demócratas han exigido mayores recursos para atender la pandemia. Se han ganado señalamientos iguales que “That woman from Michigan”, como ha llamado Trump a la mandataria de Michigan, Getchen Whitmer, “donde los seguidores del presidente han tomado las calles para protestar contra la gobernadora” para volver a sus puestos de trabajo.


Saed consideró que la pandemia afectó la campaña de reelección de Trump porque está acostumbrado a incentivar a sus votantes en los “rallies” o eventos masivos, “en donde pasan entre 10 y 12 horas escuchando discursos de sus cercanos y él”.


Al sentir que estaba dejando de tener presencia en los medios, dando voz a los científicos expertos en el virus, “ahora todos los días, incluyendo sábado y domingo, vemos a Trump refiriéndose a la pandemia y a temas de su campaña” en conferencias.


La pandemia le ha ayudado a desviar la atención sobre su juicio político “porque de no haber surgido, estaríamos señalando que no se puede reelegir a un presidente que fue enjuiciado. Ahora hasta ha podido asociar a su rival demócrata, Joe Biden, con China para enmarcar un enemigo”, precisó la también académica de la Universidad Iberoamericana.

Posibles soluciones a las heridas que deja el COVID-19

Los expertos entrevistados coincidieron en que cualquier solución propuesta o sugerida para atender las cifras de desempleo puede quedar rebasada dependiendo de la situación sanitaria del COVID-19, por lo que el contexto puede evolucionar en cuestión de horas.


Agustín Barrios Gómez concluyó diciendo que los niveles de desempleo actuales en Estados Unidos “no se habían visto siquiera en la Gran Depresión de 1930”. Estamos viviendo una especie de “coma inducido en la economía mundial, por lo que las empresas deberían tener la liquidez necesaria para asegurar los ingresos de los trabajadores en los países. México también tiene líneas de crédito enormes, aunque no se estén considerando”.


Felix Boni, director de análisis de la agencia calificadora de crédito HR Ratings, comparó el desempleo registrado en el mundo con el causado por las guerras mundiales y la Gripe Española, “pero los países deben atender primero la fortaleza de sus sistemas de salud, brindar estímulos fiscales y levantar las medidas de forma regional y paulatina para reactivar la economía”.


La experta en opinión pública Raquel Saed consideró prematuras las encuestas sobre la respuesta gubernamental de Trump, que pudiera desviar el camino del ejecutivo rumbo a la reelección de noviembre, por lo que la situación y la intención de voto puede variar.


Hasta las 21:00 GMT del 18 de abril, Estados Unidos registraba en el conteo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 665 mil 330 casos por coronavirus y 30 mil 384 muertes. La Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, estima que 67 mil 418 personas se han recuperado de la enfermedad, mas existe gran incertidumbre sobre cuánto tiempo le llevará a muchos recuperar su empleo.

Con información de NOTIMEX


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