El caso de Etan Kalil Patz, nacido el 9 de octubre de 1972, es uno de los más conocidos en Estados Unidos. Desapareció el 25 de mayo de 1979 en Nueva York y este incidente marcó un antes y un después en la manera en que se abordaban los incidentes parecidos en aquel país, incluso se creó el Día Nacional de los Niños Desaparecidos en 1983 en su honor. Ahora, su nombre se ha vuelto tendencia de nueva cuenta porque en Netflix se estrenó una serie al respecto, protagonizada por Benedict Cumberbatch.
La mañana del 25 de mayo de 1979, Etan, de seis años, salió de su casa en SoHo, Manhattan, para tomar el autobús escolar por primera vez sin supervisión. Sin embargo, no regresó. Su madre, preocupada por su ausencia al finalizar el día escolar, contactó a la policía. A pesar de un extenso operativo de búsqueda que involucró a aproximadamente 100 policías y varios perros rastreadores, no se encontró rastro alguno del niño.
¿Qué pasó con Etan Patz?
Durante años, la familia Patz mantuvo la esperanza de encontrar a Etan y permaneció en la misma dirección hasta 2019. Este caso resonó profundamente en la sociedad, y Etan fue uno de los primeros niños desaparecidos cuya fotografía apareció en los envases de leche, una iniciativa para aumentar la visibilidad de casos similares.
Por décadas, José Antonio Ramos fue el principal sospechoso. Era conocido por la familia, ya que había sido el novio de la niñera de Etan, y tenía antecedentes de abuso sexual infantil. Aunque fue sentenciado a 20 años de prisión por otros delitos, nunca fue condenado por la desaparición de Etan. Fue liberado en noviembre de 2012.
El caso fue reabierto en 2012 cuando una nueva pista llevó a la policía a investigar un sótano cercano a la parada del autobús. A pesar de romper el suelo, no encontraron ninguna evidencia relevante. La persistente atención mediática del caso finalmente condujo a una llamada telefónica que señaló a Pedro Hernández.
¿El caso de Etan Patz está cerrado?
En mayo de 2012, Pedro Hernández, un antiguo dependiente de una tienda cercana a la parada de autobús de Etan, confesó haber secuestrado y asesinado al niño. Afirmó que había atraído a Etan ofreciéndole un refresco, para luego estrangularlo en el sótano del bar donde trabajaba y abandonar su cuerpo en un callejón. Esta confesión, aunque difícil de probar, fue tomada en serio debido a la consistencia de los detalles proporcionados.
No fue hasta el 14 de febrero de 2017, tras un juicio prolongado y la anulación de un primer veredicto, que un jurado encontró a Hernández culpable del secuestro y asesinato de Etan Patz. La sentencia fue de un mínimo de 25 años de prisión. El padre de Etan, Stanley Patz, expresó que aunque habían esperado mucho tiempo, finalmente habían logrado cierta justicia. Ahora, su caso ha sido contado en la miniserie de Netflix “Eric”, que tiene seis capítulos.
Por Areli Rodríguez
Comments