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La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha emitido una alerta debido a la presencia de la depresión tropical Diez, que se encuentra frente a las costas de Quintana Roo. Esta perturbación meteorológica está generando una serie de efectos en la región que se espera continúen durante los próximos cinco días.
La depresión tropical se ubicaba a 105 kilómetros al noreste de Cozumel, Quintana Roo. Las bandas nubosas asociadas a esta depresión están causando condiciones de cielo nublado y lluvias constantes en Yucatán y Quintana Roo. Además, se esperan vientos y oleaje elevado en la costa centro-norte de Quintana Roo y el noreste de Yucatán.
Se prevé que durante la noche, la depresión tropical Diez se desplace hacia el suroeste, lo que podría resultar en lluvias intensas en Campeche y Yucatán. También se esperan vientos con velocidades de 40 a 60 kilómetros por hora y la posibilidad de trombas marinas en la región.
Durante la madrugada del domingo, se espera que la depresión tropical se intensifique y se convierta en la tormenta tropical Idalia, con vientos que oscilarán entre los 63 y 118 kilómetros por hora.
En las primeras horas del lunes, la tormenta tropical Idalia comenzará a moverse hacia el nor-noreste, lo que resultará en lluvias intensas en diversas áreas. El martes, la tormenta se alejará del país, pero dejará lluvias puntuales en Campeche y Quintana Roo.
Es importante destacar que, según la Conagua, todos los ríos afectados por esta depresión tropical se encuentran por debajo de su nivel de desbordamiento. No obstante, se han habilitado 2,426 refugios temporales en la región para atender a la población en caso de ser necesario. Estos refugios se distribuyen en Campeche (534), Quintana Roo (910) y Yucatán (932).
Debido a los efectos continuos de este fenómeno meteorológico, se espera que las lluvias persistan en la región durante los próximos cinco días. Las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada a través de fuentes oficiales y tomar las precauciones necesarias para garantizar su seguridad y la de sus familias.
Por Areli Rodríguez
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