México y Argentina preparan un juego de vida o muerte luego de no sumar 3 puntos en la primera jornada.
El pronóstico del primer partido argentino no preguntaba por el ganador, sino por la cantidad de goles que Arabia iba a recibir, y, por su parte, México enfrentó a una Polonia con casi nulas intenciones de tomar riesgos, por lo tanto, algo más se pudo haber llevado del primer juego.
Sin embargo, ahora estos conjuntos se juegan una final adelantada, y un encuentro con muchísima historia, sobre todo en el pasado reciente. Toda, o casi toda, por supuesto, a favor de Argentina.
Tendríamos que remontarnos a la primera fase de la Copa América de Perú 2004 para revivir el primer y único juego que México le ha ganado a Argentina en juegos oficiales por marcador de 1-0 con gol de Ramón Morales en tiro libre.
¿Qué poder esperar de este juego? Primeramente, que cada equipo va a jugar contra sus propios fantasmas. Bueno, al menos México jugará contra varios, mientras que Argentina jugará contra uno sólo, un fantasma que, más que fantasma, es un demonio de mil cabezas capaz de desestabilizar a todo el país argentino.
Primero, México juega vs la idea de que casi cada potencia que ha enfrentado, luego del 7-0 vs Chile, le ha anotado más de 2 goles. Chile le hizo 7, Alemania de Confederaciones le hizo 4, entre Brasil y Suecia en el mundial pasado le hicieron 5, y Argentina, en el último amistoso jugado, le hizo 4.
En segundo lugar, de los mundiales jugados en este siglo, sólo el panorama de la segunda jornada en Sudáfrica 2010 lucía más complicado del que se tiene ahora. Aquella vez, México llegaba de empatar a Sudáfrica, y con Francia y Uruguay por delante. Afortunadamente, en aquella ocasión se le gana a Francia, y se pasó a la siguiente ronda con 4 puntos, luego de perder en la última fecha vs Uruguay. En 2002, México inició ganando a Croacia, en 2006, México inició el mundial ganando a Irán, para 2014 hizo lo propio con Camerún, y, en 2018, como todos recordaremos, México dio la campanada del mundial derrotando 1-0 a Alemania en la primera fecha.
Además, México debe jugar contra la historia reciente en la que Argentina, de una u otra forma, ha terminado siendo superior al equipo mexicano. Confederaciones 2005, Mundial 2006, Copa América 2007 (esa de la que tanto presume Hugo eliminando de la anécdota que Argentina lo goleó) y Mundial 2010, todas participaciones del equipo mexicano que terminaron en manos de los argentinos.
Por último, pero no menos importante, México deberá cargar con el fantasma de una ofensiva desangelada que nunca pudo sacar una genialidad de la chistera para romper el camión polaco, y que lleva 3 partidos de mundial sin anotar un sólo gol. Una ofensiva que no cuenta con sus mejores goleadores y jugadores en su mejor momento (Vela, Hernández, Zendejas y Giménez no están, mientras que Henry no dio la talla, Jiménez no viene al 100, y Funes Mori viene del peor ciclo de 4 años de toda su carrera), y que, sobre todo en los últimos dos años, ha perdido chispa, frescura y creatividad.
Del otro lado está el gran demonio argentino: la desconfianza. Esa que viene a la cabeza de todo un pueblo cuando les sacas al 'Loco' Bielsa a la charla.
En 2002, Argentina llegó a la Copa del Mundo como el absoluto favorito, luego de arrasar las eliminatorias de CONMEBOL sacándole 13 puntos de ventaja al segundo lugar clasificado que fue Ecuador, y teniendo una plantilla incluso más poderosa nombre por nombre de la que tienen ahora. En aquel mundial, Argentina llegaría con las expectativas a tope para estrellarse en la primera ronda a manos de Suecia e Inglaterra y quedar eliminado junto con Nigeria de aquel Grupo F de la muerte.
Esa desconfianza que le viene a la cabeza cuando recuerdan las finales de Copa América y la final del Mundial en las que el equipo no pudo anotar goles y Messi desapareció.
México puede darse el lujo de perder, y todavía jugarse el todo por el todo vs Arabia, en 2006 y 2010 ya se avanzó con 4 puntos a una segunda fase, sin embargo, una goleada más en contra nos dejaría agonizando y a tiro de gracia para que Arabia, con su fútbol inteligente y su casi localía, nos elimine. México está obligado a salir vivo de este partido, sea como sea.
El más obligado es Argentina, una segunda no victoria del equipo los pondría contra las cuerdas, y se asomaría un nuevo fracaso del mismo nivel o mayor que el mentadísimo fracaso de Corea Japón 2002.
Ajusten sus cinturones.
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