José Luis Camacho Acevedo.
En un foro con un fuerte aroma a ultraderecha, organizado en España por el escritor Mario Vargas Llosa, los exmandatarios mexicanos Felipe Calderón y Ernesto Zedillo, afirmaron que la democracia en México estaba actualmente en peligro.
El diario La Jornada publicó en una evidente respuesta de rechazo, una declaración del Canciller Marcelo Ebrard en la que afirma que los expresidentes Felipe Calderón y Ernesto Zedillo no tienen autoridad moral para hablar de la democracia en México.
Ebrard dijo que Calderón fue el protagonista principal del fraude cometido en los comicios del 2006 en los cuales superó con un increíble 0.4% al virtual ganador Andrés Manuel López Obrador.
Ese ha sido considerado el mayor despojo a la voluntad popular mexicana en el presente siglo.
Al doctor Ernesto Zedillo, Ebrard le recordó que él, bajo la tutela del ultraderechista Luis Téllez, instrumentó el nada democrático Fobaproa para salvar a los banqueros de nuestro país. Ello fue una decisión que afectó a millones de mexicanos que vieron mermadas con esa medida, sus posibilidades de abandonar su condición de pobreza y marginalismo social.
Las declaraciones de Calderón y Zedillo se inscriben en la escalada de la ultraderecha contra el proceso democrático del presidente López Obrador.
La respuesta Ebrard se registra cuando en fechas próximas habrá de discutirse una reforma electoral en México.
El debate en torno a la reforma electoral se ha iniciado con opiniones vertidas desde muy diferentes latitudes.
La respuesta del Canciller Marcelo Ebrard a Felipe Calderón y Ernesto Zedillo llega por ello en momentos en que el gobierno de la 4T tiene que defender sus principales banderas que son la verdadera democratización de México y su lucha contra la corrupción pública y privada en todos los ámbitos de nuestra vida Nacional.
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