El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a desatar polémica al proponer que el Golfo de México pase a llamarse "Golfo de América". En declaraciones realizadas el martes 7 de enero ante medios de comunicación, Trump argumentó que el nuevo nombre sería más apropiado, ya que este territorio también incluye costas estadounidenses.
“Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América, que tiene un hermoso sonido y abarca mucho territorio. El Golfo de América, qué nombre tan hermoso. Y es apropiado. Es apropiado”, afirmó Trump, quien asumirá el cargo próximamente.
Exige la devolución del Canal de Panamá
El anuncio sobre el Golfo de México no fue el único pronunciamiento controvertido del próximo mandatario. Trump también insistió en la devolución del Canal de Panamá a Estados Unidos, argumentando que las tarifas impuestas por Panamá a los barcos estadounidenses son excesivas y acusando a China de ejercer una influencia creciente sobre esta vía de comercio crucial.
“El Canal de Panamá fue construido para nuestro Ejército”, sostuvo Trump, criticando la decisión del expresidente Jimmy Carter de transferir el control del Canal a Panamá en 1977. “Recuperar el canal sería una medida lógica para proteger nuestros intereses”, añadió.
Posible acción militar en Groenlandia
Trump dejó abierta la posibilidad de recurrir a medidas militares para extender el control estadounidense en el hemisferio occidental, particularmente sobre Groenlandia o el Canal de Panamá. Al ser cuestionado sobre si descartaba el uso de coerción militar, respondió: “No puedo asegurarles nada de eso, pero puedo decir esto: los necesitamos para la seguridad económica”.
Estas declaraciones han generado preocupación en la comunidad internacional y podrían tensar aún más las relaciones de Estados Unidos con importantes socios comerciales y aliados estratégicos, especialmente México y Panamá.
El enfoque del próximo presidente en expandir la influencia estadounidense en el hemisferio ha sido recibido con escepticismo y críticas, mientras la región observa con atención cómo evolucionan las políticas exteriores de la nueva administración.
Por Angel Soto
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