-Celaya al borde del psiquiátrico.
Después del desastre que tuvo Elvira Paniagua como alcaldesa los ciudadanos de la cajetera esperaban un cambio en Celaya con la nueva administración de Javier Mendoza Márquez, que ahora ni es ciudadana y dejó de ser del PAN, aunque la agenda impuesta sea del blanquiazul.
El hecho es que internamente en palacio municipal ya se establecieron dos bandos, uno que impulsa y trata de consolidar, muy tempranamente, una candidatura ciudadana para el 2024, pues se trata de ganar tiempo, y el otro, que viene del partido conservador, para retomar el poder, pues en el 2024 se van a jugar el todo por el todo, los dos bandós se hacen pajas mentales.
Esa disque “lucha” tiene abiertos varios frentes, que impiden la coordinación y colaboración entre las diversas dependencias, pues cada una responde a intereses diferentes. El problema es que el presidente municipal, Javier Mendoza Márquez, se niega a ver y según él quiere llevársela bien con todos, a unos les promete una cosa y a otros les promete lo contrario, juega a dos bandas.
El Programa de Gobierno no ha permeado ni en los integrantes del gabinete municipal aún y cuando lo han elaborado ellos, ni mucho menos con la sociedad, que no ve ningún cambio.
A poco más de cuatro meses de la administración, siguen las mismas prácticas, el mismo desorden, los mismos abusos, por ejemplo, los operativos y retenes de Tránsito Municipal, con el pretexto de detectar delincuentes, sólo sirven para hacer de las suyas y morder a diestra y siniestra a los ciudadanos, lo mismo sucede con Fiscalización, Transporte y Vialidad, Desarrollo Urbano y el pulverizado Instituto Municipal de Arte y Cultura de Celaya.
Lo más evidente es la falta de orden, de colaboración y, lo medular, un espíritu de servicio que deje a un lado las poses y aspiraciones personales. Los ciudadanos son los mandan, los que contrataron a una persona para que les sirva en lo más elemental o próximo a sus requerimientos de servicios.
Por si fuera poco, Javier Mendoza Márquez tiene dos semanas consecutivas teniendo manifestaciones pacíficas por parte de la ciudadanía para reclamar la marcada inseguridad que les azota día a día, ahora con “La Marcha del Silencio”, cientos de celayenses reclamaron al primer edil su incapacidad para brindarles un entorno con paz y tranquilidad.
Parece que Don Javier está esperando a Semana Santa para que con la procesión del silencio pueda tener la ayuda del creador para salir del atoyadero en que se encuentra Celaya.
-Poder Judicial del estado, al servicio de la ciudadanía o sucursal del ejecutivo y del PAN?
La llegada de Rosa Medina Rodríguez como Magistrada Presidenta del Supremo Tribunal de Justicia y del Consejo del Poder Judicial es una prueba de que Guanajuato vive un momento en crisis en la independencia y autonomía entre los diferentes poderes del estado.
La actual presidenta del STJE Rosa Medina Rodríguez llegó a este poder en diciembre de 2018, fue uno de los primeros cabildeos que se impuso en el nuevo sexenio desde el ejecutivo estatal en el Poder Legislativo para que la maestra y amiga de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo cumpliera su sueño de formar parte de los sabios del monte pozuelos.
Además de impulsar a su profesora, Diego Sinhue ha continuado con la hegemonía impuesta desde la administración de Juan Manuel Oliva en donde desde Paseo de la Presa (Entre Román Cifuentes y Juana de la Cruz) decidían quien ingresaba al Poder Judicial y no se quedaron atrás en la gubernatura de Miguel Márquez Márquez, fue aún más marcada esta tendencia.
Para no herir susceptibilidades de los magistrados que han arribado desde 2006 dejo a usted amable lector que tenga oportunidad verificar con sus propios ojos, y así compartirá la opinión de quien escribe en que la historia de la institución encargada en impartir justicia ha sido un refugio de militantes panistas “prominentes” o que se dicen eruditos abogados, debo decir que algunos de ellos sí lo han sido o lo son pero son los menos. Pero la mayoría han llegado a demeritar el cargo de magistrado o consejero del poder judicial, solo por ser panista o amigo o amiga de los gobernadores en turno.
Lo cuestionable es que cuando se impulsa a los magistrados o magistradas para ocupar la Presidencia, estos o estas hacen un verdadero desbarajuste en los puestos directivos sensibles de la toda la institución.
Actualmente Rosa Medina ha llevado a un historiador a dirigir la Escuela de Estudios e Investigación del Poder Judicial, no estamos realizando un juicio de valor en contra del egresado de Filosofía, Letras e Historia de la UG, pero es claro que la escuela del poder judicial es formadora de actuarios, secretarios de juzgados, jueces, etcétera, encargados de impartir la justicia a los ciudadanos, no es un lugar donde se vaya a realizar un compendio histórico del STJE.
Por eso es que lamentablemente decidimos comentar que nuestro insigne Poder Judicial perdió ya desde hace unos años la calidad y el lugar que ocupada que antes le caracterizaba con abogados reconocidos, por poner un ejemplo Enrique Cardona Arizmendi, Eugenio Trueba Olivares, entre otros más y todo se debe a la injerencia e imposición que tanto gobernadores como los líderes estatales del PAN han tenido en la conformación de los 21 sabios del monte de pozuelos.
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