-La mafia irapuatense que no permitió haya fútbol profesional.
El fútbol en Irapuato y en el país está en manos de auténticos mafiosos. En redes sociales aficionados aseguran que la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) “es un asco no sólo en el tema de Querétaro, sino también en el del ascenso de la Trinca Fresera que no se le permitió” (sic). Para no ir tan lejos, en la capital mundial de la fresa los hombres de pantalón largo han causado un grave daño al fútbol profesional, pero principalmente a los apasionados y fieles seguidores de este deporte.
En estos enredos, embustes y fraudes no deja de tener responsabilidad el gobierno desde el momento en que ha prometido que Irapuato tendrá un equipo de Primera División y los irapuatense se han quedado esperando. Tan sólo hay que ver la supuesta inversión de más de 100 millones de pesos en el estadio “Sergio León Chávez”, que resultó en ser un posible fraude. La techumbre se desplomó con un soplo y ahora, otra vez han dicho que van a destinar más recursos, un millón de pesos, para retirar los escombros; el inmueble, sin embargo, se sigue deteriorando y continúan los pleitos por la posesión del coliseo.
Nos han comentado que existe, además, una deuda de varios millones de pesos por concepto del pago de impuesto predial e inexplicablemente ningún alcalde hizo nada por hacer efectivo ese cobro. Hubo un claro contubernio con los deudores. Una burla más a la sociedad irapuatense y a la propia autoridad. Ahora surge un estridente escándalo. Resulta que la franquicia de Proyecto Tecamachalco 2000 no podrá ser traspasada ni donada. Todo le ha ido mal a la afición fresera que es la que ha sufrido.
En fin y volviendo a lo del problema del estadio Irapuato habría que decir que se pudiera hacer un tratado sobre cómo complicar una situación no complicada, porque no nos explicamos cómo los elementos de esta ecuación (administración municipal anterior, administración actual, gobierno del estado, concesionario de la franquicia y directiva del estadio) lograron hacer un lío que ni Dios ha podido desenredar, es más, si se hubieran puesto de acuerdo, ni así lo hubieran hecho tan complicado.
Egos personales, intereses económicos, intereses deportivos y extra deportivos, falta de comunicación, vanidades, en fin, una larga lista de puntos lograron que algo relativamente simple se complicara, al grado de que en estos momentos nadie sabe nada del futuro del equipo de fútbol y del estadio mismo. Por un lado, desde hace mas de veinte o treinta años, además de tener directivas desastrosas cuyos integrantes sólo vieron por sus perversos intereses personales, el equipo ha tenido una serie de idas y regresos que ya ni alcanza la memoria para recordar tantas salidas de la plaza, regresadas, propietarios supuestamente ligados al crimen organizado, tomas del estadio por la fuerza, ventas de la franquicia, etc.
Por otro lado, en relación a la propiedad y posesión del estadio, contratos van y vienen, dos o tres directivas al mismo tiempo, contratos dudosos con franquicitarios; incluso hubo una época en que había dos o tres directivas que se decían propietarias o posesionarias del estadio; en un momento dado, uno de los directivos, al parecer médico de profesión, según nos contaron, se apropió de varios locales exteriores y gran parte del terreno del estadio bajo el pretexto de que él había prestado dinero al club y que como no le podían pagar, pues “se cobró a lo chino”. Bueno, eso dicen pero cuando el río suena...es que agua lleva.
En los últimos años los propietarios de la franquicia, el grupo Tecamachalco de la familia San Román, parecía que nivelaba el barco y logró el título que supuestamente lo haría seguro miembro de la Liga Premier –antesala de la Primera División--; sin embargo, resultó que la Federación de Fútbol le negó el boleto y, sin más, lo ignoró y, además, se juntó con la decisión de la FMF de suspender el ascenso por cinco años. Doble mala suerte para Irapuato.
Luego, en una decisión que sorprendió a todos por su absoluta inoportunidad (cinco años sin ascenso, pérdida del boleto automático para subir de división, etc.) gobierno del estado decide apoyar la remodelación del estadio con cien millones de pesos, fortuna que dicen los que saben se adjudicó a contratistas a modo y no se hicieron las obras que urgentemente requería el Sergio León Chávez.
La inversión se hizo, luego de firmar un leonino comodato a favor de la presidencia municipal por veinticinco años, contrato en el cual la presidencia se comprometió a costear el mantenimiento del estadio, situación que aparentemente le daba la posesión del coliseo, pero resulta que inexplicablemente y ante la pasividad de la presidencia municipal, le arrebataron la posesión, se quedaron las obras inconclusas y todo se derrumbó.
Después, la familia San Román tuvo un problema tanto con la FMF, como entre los integrantes de dicha familia y se dice que “regalaron” la franquicia a una empresaria de Irapuato para que ella manejara el equipo, pero al parecer eso sólo lo saben ellos, porque la Federación no ha dicho ni pío del asunto. Y como dijo don Teofilito: ni dirá.
La directiva actual sigue insistiendo en que ya tienen quien maneje el equipo, que ya tienen interesados en traer una franquicia, pero pues de que les sirve si la Federación no sabe nada y para ella la familia San Román es la única propietaria. Se ilusionaron que la franquicia del Querétaro ahora con el problema de violencia le fuera arrebatada y que regresara a su origen es decir la capital mundial de las fresas.
Para colmo, la directiva y la familia San Román no pagaron el consumo de agua, la JAPAMI les cortó el servicio y el pasto ya se secó; y todos sabemos que reponerlo costará una fortuna; además, hace unos días se cayó parte del marcador, lo que pudo haber provocado daños personales a los transeúntes. En fin, un desastre…el estadio o lo que queda de el está a punto de ser una copia del antiguo Revolución.
El ex alcalde Ricardo Ortiz dice que todo lo dejó bien, que las obras se llevaron a cabo bien y que lo único que le faltó fue tener la posesión, pero que hay un juicio en marcha. Por su parte, Lorena Alfaro dice que ojalá y se resuelva, pero que ella no puede hacer nada hasta no tener la posesión y, a su vez, la directiva actual dice que la nueva propietaria de la franquicia quiere construir un nuevo estadio. ¿Y la nieve de que la quiere, señor Albo? Sigan jugando con la afición y verán que les llega la Dios padre.
-Violencia en la fresera.
Cómo han visto el día de hoy hemos realizado consultas y conspiraciones con los irapuatenses, por eso hoy dejamos descansar a la Señora Presidenta Municipal, porque es Presidenta el término correcto es Presidenta, no alcaldesa, Alejandra Gutiérrez Campos, aunque le ha de incomodar cuando la presentan como Coordinadora Nacional de Alcaldes y Alcaldesas, bueno el día de hoy tiene día franco en Conspirando aunque siguen las molestias pero esas las dejamos para mañana o pasado.
Entremos en el tema de violencia en Jiricuicho y comencemos por mencionar que los números de enero de 2022 no mienten, son cifras que ahí están y aunque a la autoridad no le guste, ahí está el observatorio ciudadano para mostrar las fotografías al cierre de enero para que cada quien vea lo que guste o cómo dicen que se rasque al que le pique.
Aumento en carpetas de investigación por homicidio doloso en un 32 %; robo a vehículo un 32 %; robo a negocio 5 %; violación en un 30 %; y el narcomenudeo en un 143 %; cifras superiores al promedio estatal.
Son datos duros, cifras corroboradas por la Fiscalía del estado y por el Secretariado Nacional de Seguridad. ¿Entonces? Aunque también se tienen números positivos: el feminicidio disminuyó, el homicidio culposo bajó un 24 %, el robo a casa habitación descendió el 10 %, y la violencia familiar disminuyó el 7 % o sea, que así como hay malas noticias, también hay buenas. Pero ganan más las malas. Hay que resaltar algunas cifras, por ejemplo, en homicidio culposo, los delitos de diciembre 2021 a enero 2022 subieron un 212 %, lo que no suena muy bien que digamos.
Habrá que darle el beneficio de la duda a la actual administración encabezada por Lorena Alfaro y darle puntual seguimiento mes a mes a los números de la inseguridad de Irapuato aunque, a cinco meses del inicio de este gobierno, los números no le favorecen. Miguel Ángel Simental ha sido un fracaso más allá de llegar a solucionar o ayudar a la alcaldesa le ha provocado dolores de cabeza, la última la inconformidad de elementos se seguridad pública con los ex federales que llevó Simental y que nadie sabe en donde se meten o que hacen, porque al menos trabajo de campo no y de inteligencia, mejor no hablamos están reprobados.
Los irapuatenses quieren un cambio en este aspecto, quieren un ambiente de paz y tranquilidad para vivir, no el ambiente de paz y tranquilidad de no hacer nada por los nuevos encargados de seguridad, porque las masacres siguen, los homicidios continúan y también la ineptocracia de Simental y su escuadrón.
Síganme en Twitter: @Humbertgutier.
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