El reality show "La Casa de los Famosos México" ha generado controversia en redes sociales debido a denuncias de violencia de género durante su transmisión. Ante esta situación, el Congreso de la Ciudad de México solicitó a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) y al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) investigar lo que sucede en el programa, que es grabado las 24 horas del día.
El llamado del Congreso también incluyó la recomendación de amonestar a otros programas de televisión que presenten actos de violencia de género. Según el Instituto de Formación Profesional y Estudios Superiores, la violencia de género se refiere a cualquier agresión física o psicológica basada en la orientación sexual, sexo o identidad de género de la persona afectada.
El diputado Alberto Martínez Urincho, del partido Morena, abordó el tema en el pleno, denunciando que la violencia de género se ha convertido en un recurso utilizado por los medios para obtener mayor audiencia. "Mientras esa denigración sea más expuesta públicamente, para los medios, mejor", afirmó.
El reality show, que inició su edición 2024 el pasado 21 de julio y concluirá el 28 de septiembre, ha reunido a 15 participantes, entre ellos actores, comediantes y generadores de contenido, conocidos como "influencers". Desde su comienzo, el programa ha sido objeto de críticas por el comportamiento de algunos concursantes.
Uno de los incidentes más comentados involucró al youtuber Adrián Marcelo, quien causó indignación al expresar en la gala de expulsión del 1 de septiembre: “una mujer menos para maltratar”. Además, el creador de contenido tuvo varios enfrentamientos con la actriz Gala Montes, a quien acusó de estar “enferma” por padecer ansiedad y depresión, condiciones por las que recibe tratamiento. Esta confrontación culminó con la salida de Adrián Marcelo del programa el 4 de septiembre, aunque su expulsión avivó el debate sobre la violencia de género en los medios de comunicación.
El Congreso de la CDMX sigue de cerca el caso, buscando frenar la normalización de este tipo de conductas en la televisión.
Por Salvador Sánchez
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