José Luis Camacho Acevedo
Y la ciudadanía tenía razón al manifestar que tenía poca confianza en los cambios a las campañas que pudieran surgir de lo externado por las candidatas y el candidato, Claudia, Xóchitl y Máynez respectivamente en el primer debate presidencial.
Temas como educación y salud fueron tocados en el debate con propuestas verdaderamente ilusorias. Al parecer ninguno de los debatientes recordó lo que en su momento dijo el presidente electo de Francia, Francois Mitterrand, que democracia no significaba que el ganador de una elección tendría más dinero en el presupuesto que su antecesor.
Claudia, Xóchitl y Máynez propusieron planes de salud y educación como si el gobierno de México no estuviera endeudado hasta el cuello y, por lo tanto, sus recursos para esas políticas públicas elementalmente no son harto cuantiosos.
En el debate Claudia y Xóchitl se lanzaron apenas unas piedritas descalificatorias. Línea 12, Segalmex, los hijos de AMLO y las casas de Bartlett fueron los cuestionamientos de Gálvez a Sheinbaum.
Por su parte Sheinbaum le recordó a Gálvez su participación en el cartel inmobiliario, los contratos millonarios que lograron sus empresas al amparo del poder y el ser amiga de Alito y de Marko Cortés.
¿Quién en México no había escuchado esas denuncias hasta el cansancio?
El candidato de Movimiento Ciudadano, quien nos informó que desde niño le dicen Máynez, se fue nadando de muertito y solamente arriesgó propuestas innovadoras cuando habló de que la vieja política, que para su candidatura son representantes Claudia y Xóchitl, era el gran mal de nuestro país, lleno de corrupción y de una democracia inacabada.
Para quienes vimos el debate fue un misterio como se lograron reducir a unas cuantas preguntas los miles de ellas que según el INE mandó la ciudadanía.
Toda la conducción del debate fue profesional por parte de Denise Maerker y de Manuel López San Martín, siendo la periodista quien, también según los brujos del INE, fue la que consideraron más inteligente que su compañero de conducción y ¡TAMBIÉN QUE LAS Y EL
CANDIDATO¡
No hubo un ganador claro.
Esperamos que en el segundo debate la sociedad reciba propuestas realistas de las candidatas y el candidato, y no solamente un rosario de justificaciones y de ilusiones como el que nos recetaron en hora y media los aspirantes a la Silla del Águila.
¡Y con esos bueyes y vacas tendremos que arar, dijo el clásico de Gûemes¡
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