En este domingo estamos en el que nadie se enferme porque la presión no sirve, de los que regresan, pero no sirven de nada y de los que se van por su propio pie.
SIN SEGUROS
Los municipios de Celaya, Irapuato, Silao, Guanajuato y Salamanca durante años han pedido que les den un nuevo hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) porque el aumento de la población activa laboralmente ha crecido de manera considerablemente, las presiones por los alcaldes y de los empresarios no han hecho “eco”, hasta parecen invisibles, peor que un vidrio recién lavado.
Bueno, más bien, los que no han conseguido tener su hospital es Celaya, Irapuato, Guanajuato y Silao, porque déjeme decirle que quien sí tendrá uno es Salamanca, dicen que no es por el color, ni porque el municipio sea gobernado por Morena, no ¿cómo creen? que eso no influyó, dicen que fue un proceso transparente, porque el municipio gobernado por César Ernesto Prieto Gallardo, cumplió con todos los requisitos habidos y por haber, hasta con un “terrenón” que casualmente ya tenían preparado, por si se ofrecía “claro”.
Según el acalde, la compra del terreno de 69 mil 711 metros cuadrados fue una “ganga”, tan sólo les costó 35 millones de pesos, y estaría ubicado en una de las mejores zonas del municipio, tipo VIP, en el bulevar Centenario por Loma de Granados.
La construcción del hospital que tendría 144 camas beneficiaría a 218 mil 653 derechohabientes, daría atención a Valle de Santiago, Moroleón, Uriangato, Yuriria, Jaral del Progreso, Juventino Rosas y para que no se quejen también a Irapuato, comenzará el siguiente año.
Pero ahí le voy, Irapuato tendría un Hospital de 260 camas y beneficiaría a 500 mil derechohabientes, de Silao, Romita, Abasolo, Pueblo Nuevo, Cuerámaro, Huanímaro y Valle de Santiago, pero como su terreno costó 24 millones de pesos y es de 50 mil metros cuadro, pues no pasó.
En Celaya, Irapuato y Silao dijeron que personal del IMSS ya les había palomeado el terreno, lo que les falto fue un pequeño detalle, no son guindas, por lo menos algunos no por ahora.
Así que por ahora tendrán que esperar, y el que tanto espera desespera.
CON ESA AYUDA
Cuando uno cree que lo vio todo en el mundo de la política, ándele que los priistas siempre nos sorprenden, incluso había dicho que no me darían líneas para poder escribir más de ellos, porque estaban en la lona, bueno sostengo que están en la lona, y que debido a sus malos movimientos siguen en la cuarta fuerza política del estado.
Y es que de buenas a primeras la presidenta del Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Ruth Tiscareño Agoitia, dio a conocer que el alcalde de Villagrán, Juan Lara Mendoza, regresó a las filas del “tricolor” para sumar, pero en esa fórmula hay resta, multiplicación y división.
Lara Mendoza fue priista, hace una década decidió irse, porque tenía otros proyectos, después por Nueva Alianza, llegó a la alcaldía de un municipio tocado por la delincuencia.
El presidente municipal se encuentra en varias investigaciones, según nuestras fuentes de la Fiscalía del Estado, por varios digamos “acontecimientos” que realmente han sido lamentables.
La incongruencia del PRI es que, a través de la diputada, que de por sí ya tiene una gran responsabilidad de los guanajuatenses en sus manos, y que es señalada por ser muy gris en el cargo, dijo que los integrantes del Comité Directivo Estatal, ahí le va de manera textual, “el PRI busca la seguridad de las familias y el fortalecimiento de las tareas de seguridad pública”, ¿qué?, ¿en qué momento me perdí?
Por ese tipo de cosas es que el Revolucionario Institucional queda como “mentiroso” en su actuar y en su decir.
¿Qué se espera con la llegada de Lara Mendoza?, solamente sumar malos militantes que lo que traerán serán los reflectores, pero déjeme decirle que para nada bueno.
Ahí aplica el “mejor solos que mal acompañados”
¡A CALLAR!
En Salvatierra se comenzaron a dar cambios en diferentes áreas, el mismo alcalde Germán Cervantes, dijo y dijo y dijo en varias semanas que las salidas serían del secretario de Seguridad Pública, Daniel Chávez, y la directora de Fiscalización, Yaneth Méndez González por “acuerdos mutuos”, muletilla que utilizan los políticos cuando quieren decir que no funcionan, que no sirven, y que no hacen lo que se les pide.
La cuestión es que, en el caso de Daniel Chávez, lo sacaron con todo y chivas, pues con él se fue su coordinador general y el director de policía, por no dar resultados en el área y más aún por las decenas de homicidios que se dieron en el municipio en varios meses.
De manera oficial dijeron que Daniel Chávez también se fue por una nueva propuesta de trabajar en otro lado y por motivos personales, pero se les olvidó comentar que ya le habían pedido la renuncia desde hace algunos meses y que el acuerdo era que estuviera hasta que pasara el primer informe de actividades.
A veces no hay que dar demasiadas explicaciones, por eso se les revuelve la lengua, y ya no saben ni qué decir, también se vale decir que tienen mano por parte del secretario de Seguridad Pública en el Estado, Álvar Cabeza de Vaca, que no necesariamente se necesita pensar mucho para saber quién mete mano en la toma de decisiones.
Al final muy contento salió a las cámaras el alcalde de Salvatierra para dar a conocer que el nuevo secretario de Seguridad Pública es Ángel Castillo Bárcenas, mientras que en la Coordinación General de Seguridad estará Rubén Omar Jaramillo, el Director General de Policía Municipal será Jesús Alejandro Sierra Gallegos, y de prueba como encargado de despacho de Fiscalización será Alejandro Rodríguez.
Los cambios se darán, pero que no se les olvide que la seguridad está en manos del alcalde, aún y cuando cambie a todos sus directores.
“Del dicho al hecho hay mucho trecho” y entre las determinaciones de este fin de semana mejor nos la llevamos con calma.
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